Contrario a lo que dicta la sabiduría convencional, la creatividad no cae del cielo durante una larga sesión de lluvia de ideas. Así pues, y como para refrescar la noción, nuestras ideas iniciales tienden a ser aquellas que son obvias. Es solo cuando indagamos profundamente, que surgen las ideas más novedosas. Por lo tanto, y como para desbloquear dicha imaginación, tenga presente estas sencillas sugerencias. A saber: Destine más tiempo para los procesos creativos del que cree que podría ser necesario, independiente, de si esto implique extender un comité o asignar una anotación de seguimiento en su calendario o el de sus colaboradores. Adicionalmente, sugiérale a su equipo que genere dos o incluso hasta tres veces más ideas de las que consideren necesario. Establecer cuotas agresivas puede ayudar a las personas a superar ese bache de ideas obvias que surgen en las primeras etapas de la concepción creativa. Y, finalmente, mida sus resultados. Diga usted, por ejemplo; la próxima vez que realice un comité o sesión de lluvia de ideas, asegúrese de hacer seguimiento al momento exacto en el que se generaron realmente las mejores ideas. Al respecto, cuéstionese si: ¿fue como consecuencia de aquel equipo que participó en el ejercicio tan solo una hora o, como resultado de aquel otro más dinámico que se tomó tres horas en su proceso imaginativo? ¿El aumento de la cuota de ideas de su equipo dio como resultado propuestas más creativas? Probar estas diferentes variables puede ayudarlo a calibrar su proceso y aprovechar el potencial creativo de los integrantes de su equipo.