¿Y dónde está la U?

¡Vaya Usted a saber les diría! Y tampoco es que sea el título para la próxima producción cinematográfica nacional, cómico-trágica sobre nuestro acontecer. Sin embargo parece ser que Juan Lozano, su llamativo presidente , sabe no sólo dónde está el Partido de la U sino para dónde va. Al menos eso es lo que pretende dar a entender en su Especial para El Tiempo de ayer (domingo 19 de junio de 2011). Para descifrar la singular percepción del curtido dirigente, les confieso que exigió mi más avezada noción de consumidor para digerir el sartal de perlas (no precisamente las de Marbelle, que tampoco me gustan) y sí mas bien, las del colorido abanico de insinuaciones confusas que relacionó en su escrito.

De todas y sin cuestionamiento alguno, mi preferida fue: «El partido de la U es uribista. Se siente orgulloso del avance nacional en los últimos 8 años. El partido de la U es santista. Se siente orgulloso del respaldo que brindan los colombianos al presidente Santos y a su gobierno». ¡Su crítica! ¿Acaso incluirá dicho progreso los falsos positivos, Agro Ingreso Seguro, Estupefacientes, EPS, DAS, demás siglas y embuchados? O si lo prefieren, acorde con mi óptica marketinera y como dirían los coloso del sur: ¡Chuta madre! Lo que faltaba, el partido de la U aprendió de la ambigüedad del posicionamiento de las marcas de Unilever (por cierto, no es como si buscará desquitarme con la multinacional porque, una turba de mujeres semi-tetonas me hubiese arrollado por haber usado su desodorante Axe).

¿Pero cómo es eso, que el partido de la U es uribista y santista por igual? Ha de ser que Lozano consideró la postura de su partido con la misma ligereza con la que Unilever concibió el posicionamiento de sus marcas Dove y Axe, donde por un lado apoya a la mujer con su campaña Dove, mientras que en simultanea la deshumaniza como objeto sexual con su marca Axe. ¿Será que para los dirigentes de la U, embarrar y desembarrar van de la mano?

Francamente espero que el presidente Santos demuestre con realidades y hechos, no con la verborrea de ideas partidistas, que su liderazgo se sobrepondrá a las alianzas con anacrónicos políticos así como con sus moribundos partidos. O por si las dudas, ¿será que el ex presidente Samper a punta de tinto reposiciona al partido liberal? ¿Y del partido Conservador, qué onda como dicen los filósofos? Al tanto, los del partido Verde huyen cual barco que se hunde, y los del Polo, bien, esos brillan por su ausencia.

El segundo adorno de Juan Lozano, corre por cuenta de la generación «C»: Conectado, comunicándose, contenido-centrado, computarizado, comunidad-orientado, siempre haciendo “click”. Una generación que alcanzará su madurez en el transcurso de la próxima década y que vivirán sus años de adolescencia después del 2000. Sus miembros son típicamente realistas y materialistas. Son culturalmente liberales, aun cuando no necesariamente políticamente progresivos. Son incrementalmente móviles, aun cuando vivirán con sus padres por más tiempo de lo que anteriores generaciones lo hicieron. Mucha de su interacción social transcurre en la Internet, donde se sienten libres para expresar sus opiniones y actitudes. Asumo que será por lo que les considera una partida de tarados enchufados a la Internet, que afirma: «Y sobre todo, el partido de la U es colombiano y representa la nueva y primera fuerza política del país y se constituye en una plataforma para las nuevas generaciones».

Se alarga el chico, pero ahí les va la tercera perla: «En materia social queda el legado de una agenda profunda y fructífera que hace honor a la razón de ser del partido». La semejanza de la afirmación corre por cuenta de Coca-Cola y las denuncias de sus sindicalistas por la violación de derechos humanos. Es como si hicieran borrón y cuenta nueva, y su equipo de marketing en conjunto con los sindicalistas, idearan la próxima campaña de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) de la compañía.

Y la ultimita, «Con estas credenciales de trabajo y con las del logro que desde el timón de la República han conquistado Uribe y Santos, emprendemos unidos, la ruta hacia las elecciones regionales de octubre. ¿De verdad? Como reza el eslogan del comercial para el teléfono inteligente Windows Phone 7

Tal parece que el único perjudicado será Peñalosa, que se quedará sin alcaldía por segunda vez como consecuencia de su insensatez por haber omitido expresar una sencilla postura junto con un simple «no».

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