Se puede influir en los demás con las ideas sin requerir de prestigio

Todos en cierta forma anhelamos realizar nuestra existencia de manera relevante y destacada. Una existencia que aporte valor agregado a nuestro entorno. De allí, la razón por la que todos andamos tan pendientes de la influencia, considerando que la totalidad de nuestro ámbito, aunque unos más que otros, pagamos por ella, nos la disputamos, y aprendemos continuamente cómo sacar mayor provecho de ella. Es más, nuestra sociedad evalúa continuamente la influencia, la enumera y, hasta se la atribuye al hombre, vaya usted a saber, con qué oscuro propósito. Sin embargo, a menudo, la mayoría de los mortales omitimos percibir una realidad relevante de la influencia en nuestro afán por alcanzarla: ‘Ya somo influyentes’. Cada uno de nosotros ejerce la influencia a su manera.

Resulta que, con el mero hecho de existir ya estamos ejerciendo la influencia, considerando que contamos con la potestad natural de conectarnos e interactuar con los demás, bien sea en nuestro hogar, o en el entorno académico o laboral, o en forma virtual a través de las redes sociales, o en general, en cualquier espacio que nos ofrezca nuestro entorno social.

Continuamente estamos transformando la existencia de los demás. Bien sea, al pronunciarnos sobre cualquier asunto, o por intermedio de nuestras expresiones faciales, o a través de las posturas que asumimos y las decisiones que elegimos, permanentemente estamos influyendo en las personas cada uno de nuestros días.

En ese orden de ideas y, como para que cada uno se concientice de la influencia que ya ejerce hace rato, debe, ante todo, percibir que ya es influyente: Tenemos parientes, amigos y colegas a nuestro alrededor. Todas estas personas interactúan con nosotros, por lo que de alguna manera ejercemos cierto impacto sobre ellos por este mero hecho.

Así pues, debería uno prever el desarrollo personal y profesional, e implementar fielmente dicho entorno social a lo largo de nuestra existencia, ya que con el tiempo será una gran fuente de recurrencia y derivación.

¿Cómo hacerle entonces a dicha labor? Sencillo, puede usted:

Elaborar una lista escrita— En papel y lápiz o, en alguna aplicación de base de datos o plataforma de las que se emplean para gestionar las relaciones con los clientes (CRM) que, de hecho, es la forma más sencilla y efectiva para la misión de consolidar en un solo lugar a todos esos familiares, colegas, excompañeros de equipo, directores técnicos del FPC (fútbol profesional colombiano), socios de negocio, asesor jurídico, medico, odontólogo, y demás personajes, sin importar cuan larga resulte dicha relación.

Establezca contacto con las personas de su lista en la forma en las que acostumbra a contactarlos— Uno pretende un contacto efectivo, aunque también debe uno ahorrar esfuerzos. Para cualquiera de las recopilaciones de su lista, establezca un método de contacto por segmentos, diga usted, por ejemplo, agrupe por familiares, amigos, o colegas. En la medida que vaya usted perfeccionando su gestión de administración de sus contactos, puede ir puliendo dicha segmentación o, como quien dice, los colegas, podría usted segmentarlos, entre otros, por industria y cargo. Segmente sus oportunidades en diferentes categorías racionales que pueda usted capitalizar.

Planifique y ejerza la tarea de contactar a los integrantes de su lista— Es decir, establezca un cronograma sobre cada tanto pretende usted mantener actualizada su relación de contactos. Esto puede variar según el segmento, por ejemplo, diga usted, la familia no requiere múltiples seguimientos. Estimule su iniciativa y comuníquese periódicamente con los miembros de su entorno. No hay nada peor que, descubrir que desde la última vez que estuvieron en contacto, un extécnico de Tigres F.C. lo estuvo buscando para convidarlo a una convocatoria del América de Cali.

Su comunicación de contacto debe ir más allá de la venta o la promoción— Si bien es cierto, debe uno estar siempre atento a la estrategia de marketing, en realidad, no siempre toca vender. En ocasiones, es productivo distinguir su posicionamiento de marca de los demás, particularmente, de aquellos que son bien intensos, con un mero llamado de cortesía, saludo o reconocimiento por algún logro alcanzado por uno de sus contactos.

Una excelente habilidad de imaginación y la capacidad de redactar material de relación sucinto, le representarán mucho más que las meras técnicas comerciales básicas. Otro consejo provechoso que se me ocurre para obtener mayores réditos de su gestión de influencia es adoptar una posición de consultor en vez de solo la consabida conducta de vendedor nato, incluso, hasta cuando se pretende el cierre de un gran negocio comercial.

Así mismo, también querrá usted consolidar sus habilidades sociales, tales como la motivación y la resolución de inconvenientes que, entre otros, son dos de las fortalezas más relevantes con las que uno cuenta.

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