Y en el octavo día

Dios olvidó a los Negros, a los Latinos y a los Nativo Americanos. Y sin embargo, el comercial capta elocuentemente las lagrimas, el sudor tal cual el arduo trabajo de una casta casi extinta. Resulta que, tampoco faltó el mercadólogo, el publicista o el cristiano del común que no brincará porque RAM por negligencia o a propósito, omitiera la inclusión de tan nutridas etnias en su último spot para sus camionetas y que fuera estrenado durante la transmisión del Super Bowl XLVII. Muy a pesar de la encantadora fotografía como la sugestiva locución del legendario narrador de radio, Paul Harvey, llovieron las criticas porque según muchos, los primeros planos de estoicos granjeros blancos, contrastan con unos cuantos planos obligados de la minoría y cuyas imágenes se desvanecen en oleadas de trigo ámbar. Pasmado fue quedé con tanta sandez, pues es inconcebible que los indignados mercadólogos, publicistas o cristianos del común crean que el consumidor es capaz de anteponer el carruaje al caballo, solo porque las minorías no fueron incluidas en el susodicho comercial, viéndose representadas como protagonistas o equitativamente como mínimo. Es más, el posicionamiento exitoso germina de la experiencia. Esto implica que la evolución de una marca es consecuencia de la versatilidad de operación, diga usted, por ejemplo; proveer un mejor servicio, o desarrollar nuevos productos, u optimizar el servicio y los precios, o fomentar la satisfacción y la productividad de los empleados. O como quien dice, en la ambigüedad siempre tendremos la opción de percibir el vaso medio lleno, así la mayoría insista reiteradamente en verle medio vacío.