Mismo y diferente

Dos desacertados personajes con los que todos a diario concurrimos a lo largo y ancho de nuestra oficiosa trayectoria profesional. Cual celebridad en la alfombra roja, cada quien tiene su respectiva característica distintiva. Mismo— se equivoca al exagerar la defensa del statu quo, considerando que invierte tiempo y energía en exceso preservando las cosas tal cual se encuentran. Diferente— también se equivoca, aunque como consecuencia inherente de prever el porvenir en la innovación. Así pues, Diferente casi nunca incomoda y sin embargo, reiteradamente, y tal cual los políticos, insistimos todos en congeniar de preferencia con Mismo. ¿Ah?