Tres tipos de talento para un volante de creación

En los nueve años que llevo observando a mi hijo adolescente jugar al fútbol, he observado las aptitudes necesarias para ocupar cada una de las posiciones dentro del terreno de juego y, así mismo, he ido identificando un sinnúmero de talentos requeridos para sobresalir como arquero, defensa, medio campista, o atacante, en sus distintas funciones de juego. Como habrán de suponer, dichos talentos varían según la condición y la posición del jugador respecto al campo.

No obstante, me las ingenie para simplificar esta multitud de talentos en tres categorías fundamentales: talentos de tesón, talentos de intención, talentos de entendimiento.

Los talentos de tesón— explican el porqué del futbolista. Ilustran el motivo por el cual el jugador se levanta todas las mañanas, porqué está motivado para esforzarse cada vez, porqué está dispuesto a recorrer esa milla de más. ¿Será acaso, que le motiva su deseo por sobresalir, o será que suficientemente bueno, es lo suficientemente bueno para él? ¿Es él un jugador competitivo o uno intensamente generoso o, quizás tiene de los dos? ¿Será que él se define por sus aptitudes técnicas, o será que sólo quiere él agradar a los demás?

Los talentos de intención— explican el cómo del futbolista. Ilustran la forma de pensar del jugador, cómo valora las alternativas, cómo infiere sus decisiones. ¿Se concentra él, o es de los que prefiere dejar abierta todas sus opciones? ¿Es disciplinado y está preparado, o le encanta sorprender con los imprevistos? ¿Es él un pensador, o más bien es un estratega que siempre anda por ahí considerando, “qué pasaría si…”?

Los talentos de entendimiento— explican el quién del futbolista. Ilustran en quién confía, con quién desarrolla nexos sólidos, a quién confronta y, a quién elige ignorar. ¿Le impulsa el interés por interactuar con extraños, o sólo se siente a gusto con los amigos íntimos? ¿Es de los que considera que la confianza se debe ganar, o es de aquellos que se la concede a todo el mundo, convencido de que la mayoría se harán merecedores de ella? ¿Confronta con imparcialidad a los demás, o acaso es él de los que evita la confrontación hasta que explota en una pataleta emocional?

Tesón, intención, y entendimiento: estas son las tres categorías fundamentales. Al interior de cada una de ellas, el jugador encontrará su propia combinación de impecables procedimientos por recorrer, o de estériles terrenos de comportamiento a lo largo de su trayectoria profesional como futbolista.

Apostilla— Y por lo demás, datch, sencillamente fantástico, los 13 días de impecable fútbol, guerreando con los mejores jugadores de Bogotá y algunas otras regiones del país, por un cupo en las menores del Club Independiente Santa Fe. Estás entre los 18 mejores: ¡Felicidades!

Más sobre talento y cómo quebrantar los esquemas de molde en la profesión, en la etiqueta “datch” (por aquello del glorioso Club América de Cali) o en el curso taller “Primero, descarte el prototipo y, luego sí, juegue al fútbol”.

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