La mejor manera de desarrollar la competencia en el liderazgo no es solo leyendo libros y asistiendo a cursos de capacitación, sino también a través de la experiencia real y la práctica continua. Al respecto, seis áreas de práctica son de particular importancia para el desarrollo de nuevos líderes: 1) construir una visión unificadora, 2) desarrollar una estrategia, 3) contratar y motivar a las personas adecuadas, 4) enfocarse en los resultados, 5) la innovación y 6) liderarse a sí mismos. En todas ellas falla Gustavo Francisco Petro Urrego, el inoperante presidente de la República de Colombia, por estos días de tan anhelado liderazgo.
Como asiduo lector de HBR, he seguido de cerca el desarrollo de una guía esencial para los aspirantes a líderes que desean llevar sus trayectorias profesionales al siguiente nivel. Para el efecto, los investigadores, entrevistaron a más de 40 líderes exitosos de grandes corporaciones, nuevas empresas y organizaciones sin fines de lucro para conocer sus puntos de vista sobre lo que se requiere para convertirse en un líder. Igual, exploraron varias décadas de investigación sobre el tema publicado en HBR; y, reflexionaron sobre su propia experiencia en el área de desarrollo de liderazgo.
En ese orden de ideas, pretendo sintetizar los hallazgos de los investigadores. Y para el efecto, inicio con una vieja historia sobre un turista que le pregunta a un neoyorquino cómo llegar a la famosa sala de conciertos Carnegie Hall, y este le dice: “Practica, practica, practica”. Ciertamente, este es un buen consejo si usted desea convertirse en un intérprete de clase mundial, aunque, también es un buen consejo si igual desea convertirse en un líder de primer nivel.
Para empezar, tenga en cuenta que los hallazgos recabados de los 40 líderes entrevistados están fundamentados en su propia experiencia profesional y no en programas de formación académica o material didáctico que hubieran leído. O como quien dice, “aprendieron mientras ejercían”.
Como lo mencioné al principio, la investigación señala seis habilidades de liderazgo en las que la práctica era particularmente relevante. Dichas habilidades, por supuesto, no son cohetería avanzada ni novedosos. No obstante, todos los entrevistados las enfatizaron. Los aspirantes a líderes deben centrarse en practicar estos conceptos básicos esenciales. A saber:
- Dé forma a una visión que sea emocionante y desafiante para su equipo, departamento, unidad de negocio, empresa o comercio.
- Traduzca dicha visión en una estrategia clara sobre qué acciones tomar y qué evitar.
- Reclute, desarrolle y recompense a aquellas personas que se esmeran por llevar a cabo la estrategia.
- Concéntrese en resultados medibles.
- Fomente la innovación y el aprendizaje para sostener a su equipo, departamento, unidad de negocio, empresa o comercio y así fomentar el desarrollo de nuevos líderes.
- Lidérese a sí mismo: conózcase, optimice y gestione el equilibrio indicado de acuerdo con su existencia.
Independiente, del momento en el que se encuentre su trayectoria profesional, puede usted encontrar oportunidades para practicar las susodichas seis habilidades. Tendrá, naturalmente, distintos grados de éxito, lo cual es apenas normal. Sin embargo, si reflexiona sobre sus logros y fracasos en cada paso y, recibe comentarios de sus colegas o mentores, entonces, podrá usted seguir haciendo ajustes favorables para así encontrar otras oportunidades de aprendizaje.
Una de esas investigaciones sobre las que se basa la guía esencial de liderazgo de HBR, realizada por Francesca Gino y Bradley Staats, muestra lo relevante que puede ser dicha reflexión para el desarrollo profesional. Entre los hallazgos, se determinó que…
Los empleados pueden mejorar su propio desempeño en un 20 por ciento, después de dedicar 15 minutos al final de cada jornada laboral registrando sus reflexiones sobre las labores que estaban realizando: que hicieron bien, que hicieron mal y sus aprendizajes al respecto.
Por lo general, los líderes tienen un sesgo por la acción que les impide dar un paso atrás (reflexión de los 15 minutos), sin embargo, es la reflexión sobre su práctica lo que le ayudará a mejorar.
No espere a que le den oportunidades de aprendizaje. Búsquelas activamente y ofrézcase como voluntario para aceptarlas. Y si por casualidad, usted no encuentra las oportunidades en su empresa o comercio, encuéntrelas fuera de su entorno laboral en algún grupo de acción comunal, organización sin ánimo de lucro o comunidad religiosa, que a menudo anhelan que los líderes intervengan y den un paso al frente.
Con el tiempo, y a medida que avance, alcanzará usted un nivel de capacidad en dichas áreas que le permitirá obtener con éxito los resultados deseados a través de las personas que trabajan para usted en su equipo. A medida que avance, estos resultados comenzarán a amontonarse unos sobre otros, diga usted, por ejemplo; la oportunidad de supervisar un nuevo producto con enorme potencial de mercado o hacerse cargo de una iniciativa de transformación que redefine un segmento relevante. Así, y con semejante logros, cada vez más personas querrán ser parte de su equipo laboral. Los clientes preguntarán por usted por su nombre. Será invitado a representar a la empresa en las principales conferencias de la industria.
Ya en últimas e, independiente, de que usted emplee estas habilidades para liderar una nueva iniciativa en la empresa para la cual trabaja o para iniciar su propio emprendimiento, habrá comenzado a generar un impacto realmente relevante. Se habrá convertido en todo un líder, capaz de unir a un grupo de profesionales en torno a un objetivo colectivo significativo y entregar los respectivos resultados para lograrlo.