Cuando un libretista presenta su idea para una película, los productores suelen escuchar una línea de registro: ‘una o dos oraciones que explican la trama de la película’. Si la línea de registro no es convincente, por lo general, no se da la venta. Esta es una valiosa lección para todos aquellos que en el ejercicio del arte de convencer pretendemos responder los interrogantes esenciales de base: ¿Qué hace nuestro emprendimiento, producto o servicio? ¿Cuán novedosa es nuestra noción? En ese orden de ideas y ya ante su pareja (el comité), debe usted estar en capacidad de atender su pretensión en una oración de registro convincente, fácil de expresar como de recordar. Para el efecto, identifique aquel elemento particular para reseñar y que pretende usted que su pareja (audiencia) recuerde: En el entorno de los negocios, diga usted, por ejemplo, Microsoft, ‘un computador en cada escritorio y cada hogar’. En mi caso, ‘identidad de marca y consultoría de marketing para nutrir el negocio y lo personal’. O el de algún representante de ventas de alguna empresa de tecnología podría elegir concentrarse en el ahorro: ‘Nuestro servicio reducirá la factura del teléfono celular de su empresa en un 80 por ciento’. Sea cual sea su caso, su línea de registro debe centrarse en ilustrar lo que pretende usted resolver u ofrecer con su emprendimiento, producto o servicio (o necesidad en el ámbito personal), así como brindar a su pareja (las personas del comité) una narrativa que facilite la toma de decisiones en su favor.