A poco más de 24 horas para la patada inicial del Super Bowl XLIX, insiste la gente en armar polémica por lo anuncios que correrán el próximo domingo, a la medio pendejada promedio de USD$4.5 millones los 30-segundos. Una buena suma de billetes al caño si me lo preguntan, y por lo que hasta ahora he visto predispuesto para tan magno evento.

La polémica sobre la cual aquí hago referencia, se fundamentó en la voz “off” del narrador Mike Greenberge, presentador de ESPN, pues tanto unas como otros aducen que su timbre de voz no suena para nada paternal, desvirtuando así la conexión emocional de su audiencia con el mensaje.

Bueno y de ahí en adelante fue Troya, puesto que los disciplinados críticos del trabajo de los demás tampoco se hicieron esperar, analizando hasta la masculinidad del varón desde la percepción y conveniencia del padre 24/7 en casa, y contrario a lo que no pocos sugieren, “el lugar del padre está en la calle buscando todo el día el sustento para su familia”. En ese orden de ideas, se me antoja que los susodichos críticos perciben en su corta mente, la crianza de los hijos como una labor netamente femenina o de mamá, si se quiere. Y a lo cual replico, “pamplinas”, tanto para el tema de la voz en “off” como para el lugar que algunos consideran debe ocupar el padre en el hogar basados en atributos de masculinidad o preceptos sociales; pues como papá que soy, reconozco que los hijos requieren “full time” por igual el tiempo y amor de ambos en casa. Y por lo demás, me gustó el comercial tal cual me pareció un justo reconocimiento de Unilever a nuestro aporte a la educación y formación de nuestros vástagos.

Eso sí, lo que no comparto como lo que tampoco percibieron los avezados profetas de la crítica en línea, fue cómo Unilever con la extensión de línea DOVE Men+Care, diluyó la marca madre: “DOVE, la otrora concesión que con éxito y en exclusiva ha atendido a las mujeres por décadas”.

En fin, que mañana disfruten del partido porque por lo pronto, la incongruencia en el posicionamiento de las marcas de Unilever es consabida tal cual es el caso de DOVE que enaltece a la mujer a través de sus campañas de comunicación, mientras en simultánea la deshumaniza como objeto sexual con su marca AXE.

¡Go Seahawks!