La coyuntura del burro

El éxito de la Sexta Cumbre de las Américas (‘Conectando las Américas: Socios para la Prosperidad’) habrá de quedar sellado hoy, tan pronto el Air Force One pose sus cauchos en la cabecera de la pista del aeropuerto Rafael Núñez de Cartagena, o al menos así lo manifiesta buena parte de nuestra representativa población.

En contraposición otros dirán, ‘mucho ruido y pocas nueces’, persistirá: Cuba marginada, Chávez y Correa personas no gratas, guerra contra los narcóticos en la estrategia actual, las islas Malvinas bajo el control británico, y así por lo demás de la agenda política de la cumbre.

Ante lo cual no queda más remedio que, anhelar dirigencia predispuesta a innovar las entidades actuales como para motivar salir del recuadro a las personas que las componen. En términos coloquiales, ‘librarse’ para hacerlas más afables.

Aun cuando de antemano conocemos todos que lo contrario acontecerá, se fomentará la ley del terror (o la del jefe, si se quiere, que por lo demás es cuota política) y se llenarán con personal servil programado para disgustar a la población a la que sirven, pues de un ‘cacho’ está el sin fin de prerrogativas para la puesta en vigor del TLC con Estados Unidos, como de atropellar la locomotora de la minería a los de ‘ruana y chancleta’, tal cual ‘Demo’ (el burro), esta listo con todas las vacunas para que no le nieguen la visa.

Muy noble gesto, tan propia de nuestras latitudes y el ‘rancho ardiendo’, mas en períodos de alteración, preferible el tesón del osado que se inclina por hacer la diferencia, ya que sólo así progresará esta institución a la que cariñosamente llamamos hogar.