A veces ni presupuesto se requiere

En la mayoría de los casos, la gente solo busca ser escuchada y que usted haga lo correcto. No todos los clientes andan detrás del reembolso o de la bonificación. ¿Imagina usted la implicación para el buen servicio si tanto clientes y gerentes tal cual toda la organización, asumiera y actuara bajo dicha premisa? El otro día y mientras esperaba en la fila para cancelar mis compras realizadas en una de tantas “grandes superficies” (ciertamente, lo único que éstas tienen de grandeza), escuché como un cliente decía a un supervisor que “tal cosa no costaba nada”. Y efectivamente en el área comercial, ciertas cosas no cuestan más que el esfuerzo de llevarlas a cabo. He aquí algunas consideraciones que ni presupuesto requieren para su realización: «Trate con consideración y otorgue el respeto que sus empleados merecen; sea consistente en su proceder; mantenga sus promesas; conceda su dignidad a los demás; deles el respectivo crédito; responsabilícese por sus acciones; discúlpese con el cliente si la situación así lo amerita; no actúe como un patán; escuche a la gente sinceramente; ofrezca soluciones; preocúpese por los demás». O de lo contrario, ha de ser muy factible que su negocio muy pronto se vea en la inmensidad del vacío tal cual el servicio en las “grandes superficies”.