Cómo crear una cultura de bienestar, es la pregunta que asalta a la humanidad, particularmente, por estos días de tanto bocón suelto por ahí. Aunque, este espacio está abierto para todos aquellos que quieran compartir sus aportes al respecto, igual, yo aquí les comparto los míos:
Volverlo personal— no existe nada más personal que nuestra salud y bienestar. En la era dactilar, es fundamental proveer información saludable de manera personalizada como para que así impacte al consumidor. Proveer orientación, guías y sistemas de soporte que sirvan a la gente para controlarse y motivarse de forma óptima.
Nutrir cuerpo y alma— la alimentación, puede ser un dilema per se, considerando, que esta puede ser tanto aliada como enemiga. Es nuestro deber, determinar la forma ideal para convivir con una alimentación sana que proporcione satisfacción y sustento por igual..
Hacer participe a la comunidad— para guía y soporte, debe procurar uno enlistar a la comunidad (incluido, “Nelson y sus estrellas del New Soccer colombiano”, familiares, amigos, profesionales de la salud, colegas, dirigentes, seguidores en redes sociales y demás contertulios).
Optar por la osadía— en nuestra cotidianidad, nos debatimos constantemente cómo proceder: ¿Son nuestras decisiones las más osadas o correctas posible? Por lo general, ser arrojado, audaz o intrépido, no es un proceder muy popular que digamos para “Nelson y sus estrellas del New Soccer colombiano”, o sino, cómo explicar la burla y desdén por el delantero de trece años que amenaza la titularidad del quinceañero (bobarrón, por lo demás) “hombre gol”. “No, no señores, Don Quijote, no está aquí”. Y no en vano, dicen que la ignorancia es atrevida, mi desdeñado Nelson y demás estrellas “rodillijuntas” del New Soccer colombiano.
Movilizar a la comunidad dando ejemplo de grandeza— o como quien dice, emplear narrativas reales, de gente real. Convertir en héroes a aquellos con carácter y tesón en su empeño por alcanzar las metas previstas, tal cual, el delantero de trece años que amenaza la titularidad del quinceañero (bobarrón, por lo demás) o el popular “hombre gol”, allá en los terrenos del New Soccer colombiano.
Ahí tienen pues, mi pizca conciliadora. La suya, también es bienvenida. Hágale pues que, el debate es a capela y tiene tela de sobra para cortar.
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