Así puede usted narrar una buena historia publicitaria para su marca personal

Si usted es de aquellos que se pregunta, por qué contar historias en primer lugar, permítame recordarle que, desde el principio de los tiempos, los humanos han transmitido mensajes a través de la narración de historias. Y, esto no es una costumbre pasajera en una lista de tendencias; de hecho, es un concepto atemporal que nunca perderá su poder para generar recordación con una audiencia.

Entonces, ¿puede redactar moderadamente bien, así no tenga usted las habilidades del recordado Gabriel García Márquez? Igual, la buena noticia es que no tienes que serlo. Solo requiere una buena historia y un manejo sencillo con una estructura de tres actos.

De la mencionada estructura de tres actos, ha de saber usted, que esta no es un concepto revolucionario, aunque, sí es fundamental para contar una buena historia. Se ha empleado desde Avengers, hasta las franquicias de Misión Imposible y Top Gun o los anuncios que quizás haya visto esta mañana; y, es absolutamente fácil de utilizar.

Todo el asunto radica en cómo construya su historia. Para el efecto, toda historia tiene un principio, un intermedio y un final. El manejo indicado, es repensar dichos estados en términos de preparación, confrontación (a veces conflicto) y resolución; y, más nada.

Ahora bien, las películas y los anuncios funcionan de manera muy diferente. El cúmulo de películas y series tienen un formato más largo, por lo que se facilita manipular el desarrollo de los personajes, las tramas secundarias y otros tantos giros y vueltas elegantes. Sin embargo, con los anuncios, la vuelta requiere mayor diligencia. O como quien dice, son otras las exigencias: ingresar y salir rápidamente.

Al respecto, el asunto en la práctica luce más o menos así. Fabríquelo y la audiencia lo consumirá. A saber:

Acto I (preparación/montaje)— Siempre comience su historia con la configuración. Es decir, el problema que se pretende resolver. No pierda demasiado tiempo preparando la escena en este aparte. Ingrese y salga de la acción rápidamente.

Acto II (problema/confrontación)— Este es el aparte de su historia más extenso. Es decir, la forma en la que los protagonistas resuelven el problema del primer acto: Confrontaciones o conflictos (internos o externos) con los cuales debe usted lidiar.

Acto III (resolución/resultado)— Responde el interrogante de cómo fue resulto el problema, incluidas las acciones que siguió y los resultados que alcanzó.

Redacte, y luego filtre el contenido. El aspecto más complejo de escribir contenido promocional es ingresar y salir de su narrativa en los escasos minutos o segundos disponibles. Dicho aspecto requiere de práctica. Sin embargo, y como regla general, un minuto de contenido narrado requiere entre 100 y 150 palabras. Es decir, la medida es bastante ajustada para comunicar el aparte relevante del contenido que pretende manifestar.

Para el efecto, puede usted configurar un documento sencillo que incluya los encabezados: Acto I (preparación/montaje), Acto II (problema/confrontación), Acto III (resolución/resultado). O, igual, puede emplear los descriptores que mejor le parezcan.

Ubique todo su entendimiento o nociones debajo de los encabezados correspondientes. Luego, filtre y edite hasta que logre un escrito sucinto que aún conserve la información fundamental de su narrativa. O como quien dice, y en una analogía gráfica, empiece con una imagen de alta resolución y concluya con una obra maestra como La Gioconda (Mona Lisa).

Tenga presente que, la historia publicitaria para su marca personal, también puede ser narrada empleando imágenes. En ciertas ocasiones, una imagen vale más que mil palabras. No obstante, igual, debe redactar la esencia de la historia como para así facilitar la dirección de la producción a través de un guion gráfico.

En términos de la estructura, y como para ilustrar con un ejemplo; la configuración debe garantizar en el tiempo de la narrativa que, el montaje exponga claramente la situación (un hombre de mediana edad tratando de aprender a patear un balón como todo un futbolista, aunque no quede claro de sus razones para hacerlo). En el aparte del problema, la audiencia debe percibir (al hombre practicando día y noche, porque es imperativo que este aprenda a hacerlo, mientras su familia se prepara para una ocasión especial). Para la resolución de la narrativa, la audiencia (descubre que el hijo menor de la pareja ha decidido incursionar deportivamente en el fútbol, con lo cual se hace evidente la expectativa del hombre por aprender a patear un balón como futbolista, y dado el anhelo de apoyar a su hijo en la consecución de su proyecto deportivo).

Como entenderá, la narrativa de marca personal, solo requiere una buena historia y un manejo sencillo con una estructura de tres actos, imágenes deslumbrantes, poco diálogo, una conexión robusta con los valores de la marca y contenido absolutamente favorable; y, ya está. Misión cumplida. Buen trabajo.

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