Preferible valioso que irremplazable

A propósito del histórico paso de la Selección Colombia femenina a la final de la Copa Mundo FIFA Sub-17 —algunos dirán— que, ser indispensable, James Rodríguez, en alguna organización o equipo de fútbol es algo bueno, ¿cierto? Pues, no. Como profesional, si se es demasiado irremplazable, podría uno quedarse atascado en su posición de juego actual y obstaculizar el desarrollo de su trayectoria profesional. En ese orden de ideas, es aconsejable, en lugar de pretender hacerse irremplazable, concentrase en hacerse un miembro valioso para su equipo. O como quien dice, en lugar de convertirse en un centinela o en la única persona a quien acudir para un proceso específico, busque nuevas oportunidades para ayudar a los demás. Ahí sí, James Rodríguez, toca ser dinámico y proactivo a la hora de adaptar sus responsabilidades y favorecer otros nuevos compromisos para así satisfacer las necesidades y objetivos versátiles del equipo. No espere a que le pregunten. Puede, usted, por ejemplo, notar una brecha de liderazgo en ciertas reuniones y comités o un ajuste en el proceso que facilitaría la gestión de todos. Si ese es el caso, entonces, de un paso al frente para ayudar a llenar dicho vacío. Igual, puede buscar oportunidades para contribuir que, estén en línea con sus fortalezas particulares. En últimas, en lugar de solo ser un operador individual de alto rendimiento, su objetivo es convertirse en un miembro integral del equipo. Si complementa su experiencia profesional con funciones específicas y dicha mentalidad de desarrollo en la que se antepone el equipo a lo individual; usted, probablemente, estará en camino a su próxima gran promoción o contratación, diga usted, por ejemplo; en el Deportes Tolima. Y, suerte, es que le digo, James Rodríguez.

Deja un comentario