Desde antier Comcel y Telmex cambian a Claro, para que puedas seguir llenando tu vida de todo lo que quieras. O al menos, así se percibe en el imaginario colectivo de sus marketineros, pues América Móvil, apoyada en su eslogan ‘Lo que quieres es Claro’, oficialmente inició el desenfrenado gasto de $USD40 millones, en su afán por posicionar Claro en Colombia.
‘Yo quiero llenar mi vida de aventura, de comunicación, de libertad, de diversión, de productividad, de familia, de entretenimiento, de amigos’.
Así pues, sobrecargada de realismo mágico estrenó su campaña de posicionamiento que, aun cuando poco hará por convencer a los que ya tienen Claro la deserción como opción, sí es factible que por ese dineral, su agencia publicitaria gane un premio.
A cambio, debieron haberse enfocado los marketineros de América Móvil en, encontrar y compartir las verdades sobre las cuales se fundamenta la conciencia, las opiniones y los sentimientos. Así mismo, debió ser su propósito, conocer y regir las necesidades de la gente, en contraposición a servir sus propios requerimientos de marca.
Considerando que, toda experiencia de mercado es individualmente única como impredecible por naturaleza, es de esperarse que no pueda predecirse el futuro, sin importar cuánto esfuerzo o dinero se invierta en ello. Sencillamente, no es factible construir dicho escenario para el consumidor, particularmente cuando dichas experiencias están lejos de ser libres, divertidas o productivas, como en efecto pretende hacer creer América Móvil.
Pudieron (pero no lo hicieron), haber elegido un escenario mucho más realista para este proceso de innovación. Se me antojan las siguientes líneas, tan sólo por mencionar unas cuantas del libreto:
- Yo quiero llenar mi vida sin facturación indebida
- Yo quiero llenar mi vida sin deficiencia en la calidad y prestación del servicio
- Yo quiero llenar mi vida sin SMS no autorizados
- Yo quiero llenar mi vida sin reportes, si me atraso en el pago, me dan quince días más
- Yo quiero llenar mi vida sin que birlen los saldos
- Yo quiero llenar mi vida sin cortes de servicio
- Yo quiero llenar mi vida sin las incesantes llamadas para ofrecer servicios
Aun cuando es comúnmente aceptado el punto de vista, alusivo a las marcas narrándonos historias (primordialmente a través del frenesí social), dicha sensación es totalmente equivocada, salvo que ahora estén las marcas en el negocio de relatar historias; pues en la realidad, el consumidor utiliza su interacción con las mismas para construir sus propios testimonios.
En vez de obsesionarse América Móvil por los detalles y la consistencia de un cuento no tan Claro que pocos, si acaso alguno se lo cree, a tiempo están de encontrar nuevas formas para resaltar el proceso de innovación de Comcel y Telmex en Colombia.
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