Descarte la fase de autocritica

Muchos podrán considerar que, exigirse en extremo y hasta el punto de autoflagelarse, lo transformará en un profesional más dinámico y efectivo. Pamplinas. La autocrítica puede arruinar su estado de ánimo, enfoque y productividad si se ciñe usted a dicha perspectiva. En contraposición, es oportuno adoptar un enfoque más equilibrado para evaluar su propio desempeño a través de las siguientes tácticas. A saber: Evite la generalización— Resista la tentación de concentrarse en una sola eventualidad adversa y, en su lugar, considere su desempeño en conjunto. Entiéndalo como si fuera una curva de campana o de Gauss. Es decir que, algunos días, su gestión estará por debajo del promedio (lo que es apenas normal). Considere todo aquello que podría resultar de ‘utilidad’— Para evitar centrarse en lo negativo, considere situaciones favorables en un esquema de, ‘qué pasaría si’. Diga usted, por ejemplo: ¿Qué pasa si mi idea resulta no ser tan tonta, sino el gran avance que el proyecto requiere? ¿Y si esta propuesta revoluciona la forma de trabajar en conjunto? ¿Qué tal si mi presentación cautiva a las directivas? Establezca marcos de tiempo para sus sentimientos adversos— Establezca un temporizador de entre 30 y 50 minutos (el tiempo que, según la investigación, tardan normalmente en disiparse los sentimientos perjudiciales tales como la vergüenza) y, permítase el espacio para percibir y reflexionar sus emociones por completo. Una vez cumplido el tiempo destinado para el efecto, decida y adopte una decisión consciente sobre cómo dejar atrás dichos sentimientos nocivos para así avanzar su trayectoria profesional sin tanto lastre.

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