Es por estos días de adversidad, incertidumbre, pandemia, descontento generalizado, y protesta social cargada de pacíficos manifestantes, así como de un sinnúmero de vándalos, hampones y desadaptados terroristas promovidos, vaya usted a saber, desde cuál oscuro rincón político y de cara a las elecciones presidenciales del año entrante en Colombia; cuando percibe uno lo complejo que es mantener una rutina cotidiana de autocuidado personal y, para lo cual no es la solución válida, practicar cierta serie de ejercicios o descargar alguna novedosa aplicación para ayudar a conciliar el sueño. En realidad, lo que uno necesita es cambiar la forma de pensar, según lo entendí de mis hallazgos al respecto, recabados de la información encontrada en el entorno digital. En ese orden de ideas, y al desafiar sus suposiciones sobre lo que es el cuidado personal, estará mejor equipado para encontrar un enfoque que funcione para usted. He aquí hay tres sugerencias que pueden ayudar: 1) Defina el cuidado personal en sus propios términos. El cuidado personal puede percibirse distinto según el tipo de persona. Para algunos, podría ser ver su programa de televisión favorito al final de una larga jornada (laboral), apagar el teléfono, meditar, hacer ejercicio o algo completamente diferente. Solo usted puede determinar lo que su mente, cuerpo y espíritu necesitan para recuperar energía y así lograr prosperar. 2) Tenga cuidado con el ideal de ‘todo o nada’. No es necesario que se convierta en un experto en salud y aptitud física o en un meditador consumado de la noche a la mañana. Los pequeños ajustes marcan una gran diferencia. 3) Busque formas de integrar el cuidado personal en sus hábitos y rutinas habituales; diga usted, por ejemplo, llevar a cabo una conferencia telefónica con algún colega mientras echa una saludable caminata y en lugar de la consabida llamada vía Zoom, o hacer de su próxima cita con la pareja una sesión de entrenamiento virtual.