Un ejercicio sencillo para conservar la confianza

Con la incertidumbre, es sencillo perder la ilusión. Sin embargo, dejarse abatir por la desesperanza puede afectarlo tanto profesionalmente como personalmente. En ese orden de ideas y, como para desarrollar y conservar el optimismo, perciba un porvenir plausible y auténtico. Para el efecto, he aquí unas cuantas sugerencias de mi experiencia personal. A saber: 1) Redacte en un pedazo de papel aquello que actualmente está usted percibiendo sobre el porvenir y las emociones que dicha percepción le provocan. Describa exactamente aquello que está previendo, diga usted, por ejemplo; ‘seguiré gestionando mis responsabilidades laborales desde el cuarto de estudio’, en lugar de generalidades tales como, ‘ejercer mi actividad laboral desde casa’. Las representaciones específicas, a diferencia de las nociones generales, tienen un mayor impacto sobre nuestro estado de ánimo. 2) Imagine que todos los aspectos de su existencia personal y profesional durante los próximos dos años han acontecido tal cual se lo esperaba usted. Redacte un mensaje para usted desde aquel futuro supuesto. Al respecto, describa su existencia: ¿Qué está pasando en su entorno personal y laboral? En este aparte, el interrogante fundamental es, ¿dónde estaré si mis asuntos han resultado bien? Es esencial para el ejercicio que, sus expectativas luzcan optimistas, aunque realistas. 3) Ubíquese en aquel porvenir. Imagínese vivamente a usted en aquel porvenir que describió. Imagine las interacciones que está sosteniendo con la gente a su alrededor. Imagine todas las experiencias sensoriales que percibe. En últimas, dicho ejercicio mental le ayudará a clarificar, qué anhelar exactamente o, como quien dice; es el primer avance hacía materializar dicho porvenir.