Repercusiones del original

Divertida mezcla salvaje de celebración y fantasía, de lo convencional y lo excéntrico. Ruidosa, dedicada, ingeniosa y vertiginosa presentación ante el mundo. Cual revoltijo estrafalario y cómico si se quiere, aun cuando original ceremonia de apertura de los juegos Olímpicos.

Sería ‘me too’, si los guionistas de Río 2016 reprodujera la producción magistral del recién expuesto recorrido nostálgico por el pasado como la audaz visión del porvenir de los ingleses, aun cuando tan sólo fuese en versión latinoamericana, mejorada y mucho más ocurrente que el panorama británico exhibido.

El asunto, es que hoy día son cada vez más los terrenos en los que la narración original del concepto capitaliza una mayor participación de los beneficios. Se me antojan tres las razones que explicarían dicho comportamiento: la primera que, para lo original es mucho más sencillo captar la atención con mayor agilidad, la segunda que, una vez lograda la atención como el prestigio, la aceptación podrá traducirse en soporte para el próximo propósito, y máxime que, cuando se aprecia la atención, invaluable ha de ser adquirirla de la mano de la innovación.

Aunque también es cierto que, muy ocasionalmente se dan las excepciones en aquellos que repuntan una noción original con precio, servicio y honestidad, igual existen algunos negocios que terminan por beneficiarse cuando el innovador mamado, decide tirar la toalla y proseguir su camino.

No obstante y dadas las circunstancias actuales, aseguraría que elaborar un original en vez de una reproducción, es una mucha mejor alternativa para emplear el entendimiento. ¿Cierto?

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