Planeación estratégica de marketing acorde con la nueva realidad

¿Cómo asumir la comunicación con el consumidor? ¿Cómo ajustar la estrategia de marketing para cautivar al consumidor donde quiera que se encuentre? ¿Cómo redireccionar el presupuesto de marketing a corto y largo plazo? ¿Cómo gestionar con los distintos equipos y colegas, particularmente, la fuerza de ventas? ¿Qué hacer para lograr prevalecer en el mercado?

La velocidad de transformación se ha incrementado, en especial, para nosotros, los mercadólogos .

​Con la reactivación económica que avanza a la par con la actividad social y deportiva, tal cual los frentes productivos del país, muchos de los canales en los que las empresas y negocios se han apoyado tradicionalmente están gradualmente retomando el servicio. Por supuesto, los canales comerciales también se han reactivado, aunque, los mercadólogos debemos adaptar la planeación estratégica de marketing a un entorno de mercado a corto plazo muy distinto al que solíamos conocer.

Si bien todavía hay existe mucha incertidumbre sobre el porvenir, considerando que la variante Omicron está a la vuelta de la esquina, es probable que nos encontremos en medio de un evento generacional determinante que influirá en el comportamiento del consumidor en los próximos años.

Para planificar la restauración económica, los mercadólogos tendremos que ser ágiles, pragmáticos y estratégicos para así sortear y gestionar la crisis.

En mi opinión, el asunto requiere un enfoque de marketing de tres aristas. A saber:

Gestionar el presente con resolución y resiliencia— La prioridad número uno debe ser cambiar inmediatamente las formas de laboral para centrarse en el bienestar y la salud de los empleados. Con circunstancias tan radicalmente diferentes, los mercadólogos, ahora, también tendremos que ejercer un control inmediato sobre las motivaciones y el comportamiento del consumidor, cuestionando todo lo que antes considerábamos como norma comercial convencional. Los sondeos de opinión sobre el consumidor ya están empezando a arrojar luz sobre cómo se siente hoy y cómo pretende el grupo objetivo seguir adquiriendo la mercadería que le promocionamos.

Así mismo, los mercadólogos debemos proceder con decisión para administrar los costos y aumentar la productividad, reevaluando el rendimiento de los medios de comunicación y determinando una imagen evidente del impacto de cada peso invertido en marketing.

Por último, debemos impulsar las utilidades. Es decir, ya que el consumidor está comprando menos, debemos ajustar el enfoque de forma tal que nuestra estrategia de marketing maximice las tácticas, concentrando la segmentación en aquellos perfiles capaces de generar la demanda.

Planifique la restauración comercial— Así como en cualquier crisis, es normal pretender centrarse solo en los resultados comerciales a corto plazo y adoptar una estrategia de conservación total. No sabemos qué nos depara la recuperación económica ni cuándo se estabilizará, pero habrá una crisis en esta crisis y los mercadólogos debemos estar preparados para atender la demanda en esta nueva realidad.

En el pasado, las empresas y negocios, que prosperaron después de una crisis, diga usted, por ejemplo; alguna de esas recesiones económicas de ayer, fueron aquellas que mantuvieron la interacción con el consumidor, asumieron una postura proactiva, enfocándose en intervenciones de ciclo completo y actuando con agilidad y diligencia.

Los mercadólogos debemos considerar cómo rediseñar nuestros modelos, enfoques e instrumentos de marketing contemporáneos para así anticipar la transformación en el por venir.

Innove y altere la noción de ‘habitual’— Cuando asumamos del todo esta nueva realidad, es probable que nos encontremos en un entorno de mercado que sea significativamente distinto al que solíamos conocer antes de que se diera la crisis de salubridad pública. Es demasiado pronto para asegurar cómo lucirá: ¿Qué comportamientos se mantendrán, qué actitudes en el consumidor habrán cambiado permanentemente y qué tecnologías habrán arraigado firmemente en la cotidianidad de la gente?

Sin embargo, es bastante probable que en su momento, percibamos ciertos cambios en el espíritu del consumidor que, en últimas, será todo aquello que realmente defina la nueva normalidad.

O como quien dice, entre otros tantos, ¿cómo cambiará la actitud del consumidor con relación al consumo en general, la atención médica, el consumo de combustibles fósiles, el empleo de tecnologías insostenibles, tales como el fracking, lo que se espera del sistema capitalista, las empresas, las instituciones, o los negocios?

El entorno de mercado no debe aguardar a que surja una imagen completamente evidente del porvenir, que es la razón principal por la que debemos adoptar un enfoque de portafolio analizado para generar así opciones de desarrollo, dependiendo de cómo se perciba la evolución del mercado y el consumidor.

Es precisamente en este aspecto, donde los mercadólogos, con nuestro entendimiento, podemos aportar a la alta dirección y al negocio en general para empezar a innovar el porvenir.

Tradicionalmente, el marketing ha sido el área de negocio que mejor comprende al consumidor. Qué tan bien los mercadólogos podamos asumir una posición relevante a medida que, tanto el mercado, como el consumidor vayan evolucionando, jugará un papel fundamental para determinar cómo las empresas y los negocios enfrentarán lo que resta de esta incierta crisis de salubridad pública y su habilidad para interpretar y satisfacer las necesidades del consumidor, más allá de esta nueva normalidad o cualquier otra crisis.