Marketing por androides

El marketing, así como la publicidad siempre se ha acomodado al evolucionar de su entorno, incluida, dicho sea de paso, la mismísima tecnología. Los impresos de distribución masiva, la radio y posteriormente la televisión, experimentaron transformación de diversa índole, no obstante, la máxima expresión de poderío del marketing, derivaba de la habilidad de sus gestores para identificar y compartir lo que en su criterio era lo que el público necesitaba saber, más allá de ser un mero reflejo de lo que la audiencia quería leer, escuchar o contemplar. Este era el verdadero haber y dominio de nosotros los agentes de marketing.

¿Y qué ofrecemos hoy día como para justificar nuestra profesión? Pues, contamos historias. Se nos ocurren múltiples formas creativas para mantener cautiva a nuestra audiencia, dejando entrever lo creativos y audaces que somos.

En la actualidad, la tecnología señala la forma en que concebimos y suministramos nuestro trabajo. Así mismo, nos mantiene aferrados a la noción que nos señala como los únicos en la sala de juntas, que comprende la dimensión espiritual del posicionamiento de marca.

Es así entonces, que mientras sigamos otorgándonos premios entre sí, “por anuncios que no son míos”, así como elaborando presentaciones que dan cuenta de nuestro éxito motivado por el logro, la tecnología y demás fuerzas más allá de nuestro control, nuestras habilidades y responsabilidades como gestores de marketing van disminuyendo cada vez más.

En mi opinión, el público pretende un discurso comercial que no le haga perder el tiempo o insulte su inteligencia. Los agentes de marketing no necesitamos consultar con el más allá para proveerlo, así como tampoco requerimos de volúmenes excesivos de información para generar una comunicación creíble, relevante y confiable.

La creatividad es tan solo un medio para hacer accesible, comprensible y memorable, cualquier contenido de marketing.

Y estimados, los androides no pueden concebir dicha comunicación puesto que, ésta es prerrogativa exclusiva de los agentes de marketing de carne y hueso.