Del liderazgo a punta de características paradójicas se desprende este cuarto aparte. En un mundo de ecosistemas donde empresas, negocios, instituciones e individuos deben colaborar para crear valor, ser capaz de acumular apoyo, negociar, formar coaliciones y asociaciones y superar la resistencia es una capacidad de liderazgo esencial. Los líderes deben hacer concesiones, ser flexibles al modificar su enfoque y dar un paso atrás para poder avanzar dos pasos. Sin embargo, esta forma de operar solo puede tener éxito si los líderes establecen la confianza y la integridad como la base de todas sus acciones. La colaboración efectiva dentro de los ecosistemas solo puede ocurrir cuando las partes involucradas pueden confiar entre sí. Los consumidores están dispuestos a compartir conocimientos privilegiados y participar en los ecosistemas solo cuando pueden confiar en cómo se utilizan sus datos y cómo se tratan. Y la integridad será clave para gestionar el creciente escrutinio regulatorio que van a ver muchas empresas. En una economía basada en los datos, la integridad y la confianza son condiciones fundamentales esenciales. Estos son valores que no pueden provenir de un ordenador; requieren que los líderes de carne y hueso tomen decisiones deliberadas y, determinadas por sus promesas y acciones.