Esta publicación, mis lectores, marca un punto de giro para mí, mi familia, así como para el blog y mi negocio consumosentido.co— Verán, el título que elegí para esta ocasión hace referencia al equipo denominado acelerador médico lineal (LINAC, por sus siglas en inglés), un dispositivo que se usa más comúnmente para dar radioterapia de haz externo a enfermos con cáncer. Sí, así es, el pasado 24 de febrero, se me diagnosticó un carcinoma de laringe y; a pesar de haber concluido 35 sesiones de radioterapia y tres sesiones de quimioterapia, no será hasta enero próximo que pueda conocer si el tratamiento arrojó como resultado una remisión parcial o total del carcinoma y si el cáncer aún permanece en mi cuerpo. Y eso, lo cambia todo. Todo. Pues, entenderán que, no es un asunto menor que a uno en su cotidianidad y para siempre, le penda la espada de Damocles.
No obstante, por lo pronto, aquí estoy y aquí me quedo. Eso sí, con otra perspectiva de vida. Una en la que valoro hasta lo más sencillo de mi existencia, diga usted, por ejemplo, entre otros; poder saborear una variedad de jugos naturales con hielo frappé, granizados de todos los sabores, una Home Burger con una Coca-Cola helada y papas cubiertas de paprika, un pandebono recién horneado, un chontaduro o un piscinazo acompañado de empanadas y un buen refajo helado con cerveza Poker y Colombiana (aunque hubiera preferido con Popular, así como en mis tiempos de adolescente en Cali).
En ese orden de ideas, y como lo mencioné, el blog y mi negocio consumosentido.co— también se ven afectados, por lo que mis clientes han de saber que, tanto los podcasts como las conferencias y la capacitación de marketing quedan descartados de mi portafolio de servicios, pues, desafortunadamente, la disfonía que padezco al haber perdido mi cuerda vocal izquierda como secuela del carcinoma es irreversible. Una condición que me reduce el resto de mi existencia a hablar en susurros; limitación, que por lo demás, sabré apreciar inmensamente.
Mermado como tal, permanecerán en mi portafolio de servicios el contenido escrito para terceros y mi blog, mis servicios de consultoría marketing y el contenido premium (pago por ver) de mi tienda virtual.
Así es, el cáncer lo cambia todo. Todo. Aunque, no queda más remedio que seguir adelante con fe y optimismo: “Quejarse no sirve como estrategia”. Ahora bien, ya notificados tanto lectores como clientes, aquí, solo me resta conceder mis agradecimientos a todos aquellos que han sido parte de este penoso y ojalá fructífero proceso clínico:
Ante todo, a mi esposa Carolina, por su apoyo incondicional, cariño y tesón para llevarme de la mano a lo largo de esos 51 días de tratamiento; a mi hijo Daniel, por su voz de aliento y optimismo; a mi cuñado Juan Carlos y mi suegro Pablo, por su interés en mi avance terapéutico; a Claudia Valdés y Alejandro Giraldo, por sus aportes y apoyo espiritual; a mi querida Olga Josefa Valdés, por sus oraciones, buenos deseos y estar siempre tan pendiente; a Esperanza (Eddy) Hamrick, por sus aportes, cariño y buena vibra; a Maritza Valdés y Mark Skelton, por sus buenos deseos; a María Cecilia Alfonso, por sus aportes y buenos deseos; a Pilar Morales y Juana Chacón por su cariño y buena onda; a María Luisa (Lupa) Medina, por su apoyo y validación del canal de tratamiento indicado; a Gina De Silvestri, Jorge García Calume, Luz Amparo Urrea y María Mercedes Bernal, por el apoyo incondicional a mi esposa Carolina; a María Eugenia Cáceres y su papá, el doctor Rosendo Cáceres, una muy especial mención por su interés en mi estado de salud, sus oraciones y por haber sido el punto de contacto con el doctor Guillermo Campos, Otorrinolaringólogo, Instituto de Laringología, Fundación Santa Fe, y quien fuera el encargado de emitir tan desolador diagnóstico; al doctor Luis Humberto Jiménez Fandiño, Otorrinolaringólogo, Hospital Universitario San Ignacio, por la cordectomía magistral; a la doctora Judith Natalia Vásconez Escobar, Cirugía de Cabeza y Cuello, Hospital Universitario San Ignacio, por validar el tratamiento concomitante —quimiorradiación— y dejar la laringectomía como opción de rescate; al doctor Diego Felipe Ballén Lozano, Medicina Interna – Oncología Clínica, Hospital Universitario San Ignacio, por el manejo y control de la quimioterapia; al doctor Óscar Andrés Gamboa Garay, Radioterapia, Hospital Universitario San Ignacio, por el manejo y control de la radioterapia; al doctor César Augusto Alturo Rodríguez, Patología Oral y Medios Diagnósticos, Hospital Universitario San Ignacio, por las terapias láser, su apoyo y buena onda médica; a la Jefa, Vanessa López, Hospital Universitario San Ignacio, por la calidad y buena onda en la implementación de las sesiones de terapia láser; al Centro Javeriano de Oncología, por su atención e impecable servicio clínico; y; en últimas, pero no menos relevante, a Aliansalud EPS y Bienestar IPS por su diligente atención administrativa y oportuna gestión médica.
De aquí en adelante, seguiré sorteando la adversidad. Aunque, continuaré tanto con mi compromiso de proveer contenido relevante sobre identidad de marca y marketing, como con mi gestión de consultor de marketing sin igual y, fundamentado en mi experiencia y trayectoria profesional; procurando siempre, que tanto lectores como clientes se sumerjan en la cultura de su empresa, comercio o mercado.
De nuevo, bienvenidos a consumosentido.co