Y no se volteo

Que es más de lo que puedo decir de los políticos colombianos y los “jefes” que aún prevalecen en las empresas. ‘Voltee usted si quiere. La dama no está para voltearse’. Dijo Margaret Thatcher a los estupefactos miembros del Partido Conservador en su discurso de convención, el 10 de octubre de 1980.

La frase, hacía referencia a la negativa de Thatcher de revertir ante la oposición, la liberalización de la economía y puesto que ciertos comentaristas junto con el político conservador, Ted Heath, urgían, argumentando principalmente, el incremento en la tasa de desempleo y la recesión de la economía… ¡Absolutamente, soberbio y magistral, en mi modesta opinión!

Y por lo demás, uno de los motivos por el cual extrañaré a la Dama de Hierro aunque, por estos días ya nadie extraña a los políticos. Mas la Baronesa Thatcher, era más que un político, era todo un gran líder y para demostrarlo, deja atrás un extraordinario legado, incluido digo yo, un nuevo modelo de liderazgo.

Como los directores de cine que, con sus películas transportan a su audiencia hasta fantásticos lugares, Thatcher comprendió los deseos y creencias de la gente, motivándolos a actuar a través de sus decisiones, muchas veces populares como impopulares y que, con frecuencia emulan el proceder del líder destacado.

Margaret Thatcher, generaba credibilidad al irradiar su pasión, era conocedor y entusiasta de su trabajo; era un líder persuasivo y convincente que, cuanto se proponía terminaba materializando; siempre tuvo una actitud positiva y encantadora, y suscito opiniones de toda índole al inmiscuirse con la gente y los asuntos de su nación.

Porque “jefe” no es lo mismo que “líder”, debe procurarse con toda decisión que se tome (popular o impopular), que habrá de coger de la mano a sus dirigidos para liderarlos hasta algún lugar y por lo demás, haciendo todo lo posible para que éstos no suelten su mano.

Considerese entonces si se quiere, este proceder como la nueva vocación del liderazgo. Pues le haya cautivado o no, Margaret Thatcher fue una gran mujer y un líder extraordinario.

¿Cierto que sí, Cristina?