Usted es más recio de lo que cree

Una vez agujereado, debe usted regresar al tablero táctico y descubrir cómo ajustar su labor previa para satisfacer las necesidades del conjunto o incluso, hasta comenzar de ceros. Luego, se reporta usted con el equipo para la próxima fecha. Ellos puyarán y usted creará las oportunidades del conjunto, una y otra vez, hasta el pitazo final en el minuto 90. Y así por el estilo en cada fecha, pero sin importar ni qué ni cómo, seguirá usted adelante, manteniéndose centrado en aquella meta que alguna vez usted comprometió lograr.

Se da algunas veces, ese momento particular en el partido en el que se cree que ya terminó, pero que en realidad no es así, pues la contienda apenas va en el minuto 70. No alcanza uno a contar las veces en las que, con diez minutos aún por jugar, yo ya quería botar la toalla. No obstante, fue mi capacidad para convencerme de no entregarme al cansancio y al dolor, lo que siempre me impulsó a recorrer ese último tramo dando lo mejor de mí para así alcanzar la meta, una y cada vez que saltaba al terreno de juego.

La lección aquí es una de recursividad: ‘procure siempre, ser el jugador más creativo, el que más ideas aporta al conjunto’.

La capacidad de análisis y la reflexión desde los múltiples ángulos de un partido de fútbol o cualquier otro emprendimiento es fundamental. Es la forma indicada de asumir el reto, pues de allí nacen las variables con las que se jugará el encuentro de acuerdo con la estrategia planteada por el profe, es la capacidad de adaptación de acuerdo con las circunstancias del juego o, como quien dice, es la disposición a resistir todo cuanto se presente y seguir adelante para realizar la meta y, aun cuando algunos colegas se den por vencidos.