Oportuno sería si el marketing adoptara el código de conducta del hacker. Todos aquellos que desempeñan alguna labor en el campo de marketing, deberían tener bien claro la diferencia significativa entre “experiencia” y “prestigio”. “Experiencia” connota un profundo nivel de conocimiento especializado en tanto que “prestigio” describe las características de aquellas personas o grupos que ejercen influencia sobre usted. Aun cuando podría uno decir que, “Juan Valdez es un prestigioso barista” o que “sus puntos de vista son autoritativos”, en realidad lo que se está afirmando es que Juan Valdez tiene una vasta “experiencia” en temas de café y por lo que así en estos términos, el “prestigio” de Juan Valdez probablemente se limita tan solo a un estrecho campo de acción.
Diferenciar significativamente ambos términos es relevante porque en la actualidad, la “experiencia” es valorada cada vez más mientras que el “prestigio” no tanto. No obstante así, para muchos todavía, los “académicos” o los “expertos”, son dos de los grupos de personas en las que más confían hoy día las organizaciones. O como quien dice, algunos aún estiman que son estos dos los tipos de individuos con suficiente “autoridad”, como para aportar y contrarrestar las decisiones del CMO tal cual la de los demás directivos corporativos.
Aun cuando la realidad es otra, al menos desde el punto de vista del código de conducta del hacker (claro está, todas aquellas normas alusivas tal y como fueran concebidas en el tiempo por los alumnos de MIT y Stanford, ya hace unas cuantas décadas atrás) y considerando que éste se centra en la “experiencia” tal cual es acérrima su oposición al “prestigio” o a la “autoridad”. De hecho, el mencionado código ofrece una que otra norma de procedimiento apta para el marketing contemporáneo aun cuando eso sí, que sea usted quien juzgue:
- El acceso a la informática como a cualquier cosa que pueda enseñar algo respecto al modo cómo funciona el mundo, debería ser total y absoluto. Siempre ceder en favor de lo imperativo.
- Toda la información debe ser gratuita.
- Desconfié de la “autoridad”, promueva la descentralización.
- Los hackers deben ser evaluados por su “hacking”, no por criterios falsos tales como “título profesional”, “edad”, “raza”, o “posición”.
- Se puede concebir arte y belleza en un ordenador.
- La informática puede cambiar su existencia para bien.
¡Amén!