
‘El Cielo es eterno, perpetua es la Tierra. Pueden ser eternos y perpetuos porque no existen para sí mismos. Por lo tanto, los individuos progresistas se ponen a sí mismos en último lugar, y sin embargo son los primeros. Se ubican al margen y, aun así, permanecen. ¿Acaso, será por la ausencia de su propio interés que terminan por materializar sus afectos?’
—Lao Tzu