La cerveza solía ser cerveza. Pero entonces esa categoría se dividió y hoy día hay cervezas nacionales e importadas, cervezas normales y cervezas ligeras (light), cervezas de barril y cervezas secas (dry), cervezas caras y cervezas baratas, cervezas rojas (red), cervezas heladas (ice), y cervezas artesanales. Incluso ya hay cervezas sin alcohol (¿por cierto, habrá encontrado ya Bavaria el posicionamiento de Redd’s?)*. Amén de las que vengan.
Durante años, Bayer dominó el mercado de los analgésicos con la aspirina, hasta que esa categoría se dividió. En la actualidad hay acetaminofén, ibuprofeno y naproxeno sódico. Más los que vengan.
Cada segmento es una entidad autónoma, distinta. Cada segmento tiene su propia razón de ser. Y cada segmento tiene su propio líder, que pocas veces es el mismo que el líder de otra categoría original. Bayer es el líder en aspirina; Tylenol lo es en acetaminofén; Advil en ibuprofeno y Aleve (Bayer) en naproxeno sódico.
La división es una realidad cotidiana, una fuerza propulsora de los negocios. La división ocurre en cada categoría de producto, desde computadoras hasta comunicaciones y desde electrónica de consumo hasta televisión por cable. Por lo tanto, ¿por qué tantos directores corporativos están convencidos de lo contrario? ¿Por qué creen que las categorías se están integrando y no dividiendo? ¿Por qué tales ideas los están llevando rápidamente a desenfocar sus compañías?
*Notal del Blog.
¿En verdad, por qué? Bueno, ahí si pues habría que retomar la lectura de Enfoque tal cual lo sugiere Al Ries en su libro. Y de seguro allí encontrará una que otra sugerencia para su posicionamiento de vampiro.
Feliz reflexión, un excelente fin de semana para todos y que disfruten la tonada.
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