Omite con frecuencia el grueso de la gente, percibir cómo los hechos más insignificantes acarrean las consecuencias más trascendentales. De la práctica de la investigación social y de mercado, puede uno deducir cómo la gente, al percibir y comprender lo que le conmueve, sus reacciones tal cual sus sensaciones de alegría o frustración, desarrolla un mejor sentido acerca sí misma que, a la postre es de gran utilidad para cuando se enfrente a situaciones desconocidas.
‘Mencio’, y que no lo engañe el nombre, filósofo chino y el más eminente seguidor del confucianismo, en su obra Mengzi, defiende que el hombre es bueno por naturaleza y debe poder desarrollar una conducta razonable y recta.
Entre otros, pretendió enseñar cómo, si usted cultiva la mejor parte de su esencia fundamentado en estos pequeños hechos, podrá entonces llegar a convertirse en un ser extraordinario con enorme influencia por lo demás, habilitándose en tal forma como para alterar su existencia tal cual la de la gente que lo rodea, hasta que en última instancia, llegará usted hasta girar la humanidad en la palma de su mano.
Las decisiones se toman desde el corazón. Sin embargo, en nuestro entorno la gente considera que los seres humanos son criaturas racionales que, toman sus decisiones en forma lógica utilizando su entendimiento. El quid es que en chino, “corazón” y “mente” significan exactamente lo mismo.
Si bien la perspectiva de oportunidad en cuestión es, novedosa particularmente por estos tiempos de escurridiza moral profesional, ciertamente, adoptar los autores clásicos para implementar sus enseñanzas en la actualidad, no lo es.
Es así como Michael Puett, profesor de historia china en el Departamento de Leguajes y Civilización para el Asía Oriental, de la Universidad Harvard, enseña que el corazón y la mente están intrínsecamente asociados, y que el uno sin el otro no puede existir.
Cada vez que decidimos, sin importar lo práctico o trascendental que sea el asunto (qué preparar para el almuerzo; qué tema escribir en el próximo storytelling; con quién salir mañana viernes; qué senda profesional segur, “community manager” o gerente de marca; reelegir o no al presidente Santos), podremos elegir mejor si logramos intuir cómo integrar corazón y mente, tal cual permitir que razón y emoción se fusionen entre sí.
Puesta la original perspectiva de oportunidad en algún tipo de contexto, se me ocurre señalar la noción de “orfandad en la nueva generación”, del científico colombiano Raúl Cuero, quien afirma que ésta ha sido la constante en el ser humano. Es caos cuando no se maneja y por lo cual debe saberse administrar con creatividad.
¿Cómo se puede hablar de orfandad en la nueva generación de la tecnología, donde todo el tiempo la gente está conectada?
Precisamente, la nueva tecnología es uno de los exacerbadores de la orfandad, pues cuando se está conectado esa tecnología es de comodidad, no de creatividad. Lo malo es que cuando la persona conversa, conversa y conversa y los computadores funcionan cientos de millones de veces más rápido que el cerebro humano, el hombre se queda sin capacidad de crear conocimiento. La información debe ser comprobada para construir conocimiento. Uno no ha comprobado nada de lo que lee en Internet. Se queda en la parte superficial. De ahí la orfandad.¿Es curable esa orfandad?
No hay fórmula ni ecuación para resolver nada en la vida, porque todos los días traen un proceso. Desafortunadamente, a esta generación le está tocando un movimiento masivo sin medios para saber cómo se produjeron los procesos. Muy pasivo lo que existe hoy.¿Acaso los avances tecnológicos no sirven para aumentar la creatividad?
En lugar de usarlos para eso, el hombre los está utilizando para lograr su comodidad, al dejar que las máquinas electrónicas decidan por él. No estamos creando nuevos paradigmas culturales. El estado de monotonía de la mente que produce la orfandad nos aleja de los apoyos que requiere una educación creativa, progresista y productiva.¿Entonces, cuál sería su consejo para esta generación huérfana?
Mi consejo es el siguiente: tener actividad práctica, participación creativa, no solo estar en el conocimiento frío que les conceden, y tener en cuenta que no todo se les va a dar en una ecuación en unos días cortos. Los jóvenes hoy en día son de gran capacidad: hay que darles oportunidades de crear cosas. Y esto les da ese sentido de pertenencia, de eliminación de la orfandad. Haciendo cosas con las manos y creando el conocimiento.
Y motivo por el cual, según mi leal saber y entender, los blogueros de habla hispana tienen el deber de curar y comprobar (o al menos leer antes), cuanta información habrán de compartir en línea y claro está, si lo que pretenden es construir conocimiento que aporte algún tipo de valor a la humanidad.
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