Orgullo, fracaso y prosperidad

Pensará usted lo sencillo que es descubrir lo que le está nublando, pero en realidad no es tan sencillo como cree. Son el orgullo y el temor los que envuelven la mente. El orgullo enceguece. Destruye todo cuanto se atraviesa a su paso. El orgullo es absolutamente destructivo. Nunca deja nada sin manosear. Tiene sus mañas para sugerirle que lo suyo todo está bien, promueve su ego al proveerle todo tipo de excusas. Tarda realmente mucho tiempo para que nos volvamos en su contra y logremos deshacernos de él por completo. Y por supuesto, cada vez que fracasa el orgullo, sentimos dar un gran paso hacia la libertad y la prosperidad.

—Agnes Martin, on Art, Happiness, Pride, and Failure: A Rare Vintage Interview with the Reclusive Artist