Los valores son indispensables para el liderazgo pragmático

Por estos días de incertidumbre y volatilidad de mercado en el que el liderazgo brilla por su ausencia, ya debería ser evidente que, el liderazgo es la habilidad de sacar lo mejor de los demás. Es valerse de la capacidad de introspección, como para así conseguir la orientación efectiva de aquellos que están bajo nuestra responsabilidad. En ese orden de ideas, el liderazgo, es mucho más que conocer todas las respuestas, tener siempre la razón, ser más inteligente o la persona que más éxitos cosecha. En buena medida, el liderazgo tiene que ver con plantear los interrogantes indicados, estar predispuesto a percibir las oportunidades desde cualquier ángulo, cautivar acertadamente a lo demás, como para que adopten algún enfoque en particular o para ser garante de aquello que se supone, y, por lo demás, contar con un carácter colaborativo inquebrantable.

Como el ávido lector de contenido de negocios para emprendimiento que soy, con frecuencia, percibo cómo el liderazgo se confunde con autoridad. Todos, de una u otra forma, pretendemos que, se nos considere como autoridades en nuestro campo de acción profesional, sin embargo, eso es muy distinto a ser un líder de verdad, verdad.

Al respecto, aquí les dejo lo que percibo de ambos términos. A saber:

La autoridad— es el derecho adquirido a administrar órdenes, adoptar decisiones y hacer cumplir las normas. El asunto es cuestión de poder y, en mi experiencia, también de confianza. Hasta cierto punto, cuando se dispone de autoridad, merece uno la confianza de aquellos que reconocen su autoridad.

El liderazgo— tiene que ver con la dinámica de grupo. Es la actividad de liderar a un grupo de personas, empresa o negocio. Los líderes, colaboran consigo mismos y con los demás para gestionar acertadamente los quehaceres propios del emprendimiento o responsabilidad en cuestión. Los líderes, señalan la senda a tomar, desarrollan una visión y gestionan en función de crear algo novedoso. El liderazgo, consiste en trazar un plan de acción que indique hacía dónde y cómo llegar a allí. En el proceso de liderazgo, el objetivo en común exige que la confianza sea una relación bidireccional entre el líder y el grupo de dirigidos.

De lo que hasta ahora conocemos de la gestión del gobierno actual, el liderazgo parece ausente. Como sugiere Pedro Medellín Torres en uno de sus editoriales de El Tiempo, “Petro debe asumir como jefe de sus ministros y no como su orientador programático”. “Petro debe entender que, por ejercer como jefe de Estado y no de gobierno, el país se le ha comenzado a salir de las manos. Las pifias, incoherencias y afirmaciones inadmisibles de sus ministros en ámbitos tan cruciales como la seguridad, la titularidad de las tierras, el manejo energético o la reforma de la salud, además de paralizar la economía, están produciendo enfrentamientos entre los colombianos”. O como quien dice, y ya como ciudadanos, basta con echar un vistazo a nuestro alrededor para percibir los palos de ciego que dicta el mandatario con su proceder.

Bien sea en la empresa, el negocio o en lo personal, se me da que, debemos retomar el liderazgo a como dé lugar, pues, lo hemos sustituido por los atajos y las decisiones fáciles. El liderazgo, tiene un efecto ondulante. No es una cuestión individual, es un asunto colectivo. El liderazgo práctico, infunde entornos que promueven líderes al por mayor que, posteriormente, habrán de exhibir sus habilidades de liderazgo.

Aunque a todas estas, ¿qué se requiere para ser un líder práctico?

De mi trayectoria profesional, así como de mis lecturas sobre el tema, entiendo que, el liderazgo, requiere y exige bastante. No obstante, en mi humilde opinión, los valores, son un aspecto fundamental del entramado del liderazgo, pues, son aquello que hacen la diferencia entre ser o no un buen líder.

En ese orden de ideas, los líderes, deben estar provistos de estructuras robustas que los favorezcan a la hora de exhibir las respuestas indicadas a lo largo del proceso de toma de decisiones.

Por esas mismas líneas, los líderes, deben identificar los valores esenciales de los integrantes del grupo que lideran, porque, entre otros:

  • Los valores, son el lenguaje común compartido por el equipo y que permiten la comunicación fluida entre sí.
  • Los valores, advierten los indicadores de desempeño clave, que se establecen para el cumplimiento de las metas del equipo y para manifestar las expectativas de sus integrantes.
  • Los valores, son un factor clave para la adopción de una visión a largo plazo: los valores, advierten la forma cómo se gestiona en el equipo.

Para el efecto, tenga presente que, los valores son los principios rectores que dictan o definen el comportamiento de todas las decisiones y acciones de las personas. Los valores, son aquellas creencias sobre el entorno que, adoptamos como ciertas, reales y relevantes. Los valores, también definen la forma en que gestionamos en nuestra profesión y cotidianidad.

Así mismo, los valores, juegan un cometido fundamental en la forma en la que uno se manifiesta como líder. Al respecto, diga usted, por ejemplo; cuando se habla un mismo idioma en el equipo, es mucho más sencillo plantear los interrogantes indicados. Si los integrantes comparten los mismos valores (parámetros), es factible hacer las peguntas específicas destinadas a definir mejor aquello que debe gestionarse para cumplir de manera integral con la tarea en cuestión.

De mi gestión como gerente de producto y de mercdeo en la industria farmacéutica, particularmente, en Abbott, Biogen y Pfizer, y, tal cual lo aprendí a lo largo de mi trayectoría profesional en el segmento; los líderes, deben responder ciertos interrogantes, como por ejemplo: ¿Qué es lo fundamental para avanzar el proyecto? ¿Quién debe ser reconocido y por qué? ¿Qué hace falta para marcar la diferencia con los demás competidores de mercado? ¿Qué necesita una determinada persona para lograr el éxito en su profesión? Así mismo, los líderes, también pueden plantearse ciertos interrogantes: ¿Qué es esencial realizar a continuación? ¿Quién necesita ser apreciado y por qué? ¿Qué faltó para marcar la diferencia? ¿Qué necesita esta persona para tener éxito en su función? ¿Cuál es el tono y el tipo de diálogo que se debe emprender?

Nuestros valores, nos permiten establecer expectativas evidentes, así como indicadores clave de desempeño. Definir cómo lucen los valores fundamentales en la práctica, hace evidente cuándo alguien procede y gestiona de acuerdo con las pautas establecidas.

En últimas, sus valores, son un instrumento útil para cautivar a los demás en su visión de empresa o negocio o hasta en lo personal, y como para que así, todo el equipo pueda asumir un rol protagónico en el desarrollo de algo novedoso. Y, por lo demás, la colaboración es el medio más efectivo para alcanzar un propósito original.

Cuando se es un líder provisto de valores, se cuenta con la habilidad requerida para sacar a relucir el potencial de liderazgo que tienen los demás, logrando así, la contribución incondicional y particular de cada uno de los integrantes del equipo.

Si usted, se considera un líder en su entorno profesional o en la posición de juego en el equipo de fútbol que su director técnico le confiriera, procure entonces, liderar con sus valores, puesto que así, usted, genera la confianza necesaria y la lealtad incondicional, requerida para conducir al equipo al “infinito y más allá”.

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