Es perfectamente normal que las personas, los equipos, las empresas, los establecimientos de comercio e incluso las naciones reaccionen de forma adversa cuando tienen que emplear la sabiduría por fuera de lo convencional. Esta resistencia se puede poner en forma de esquema, según se lo leí, ya hace rato, a Mick Cope en ‘Know Your Value? Value What You Know: Manage Your Knowledge and Make It Pay’.
Un esquema que coloca el tiempo frente a los ‘estados emocionales’ por lo que la persona pasa. Un modelo de transformación poderoso y eficaz que establece claramente los sentimientos asociados al cambio y el aprendizaje. Estas emociones se sienten especialmente cuando el proceso de transformación afecta a la autoestima o la posición jerárquica en una empresa.
Cope sugiere que hay cinco estados principales en el proceso de transformación:
Negación— A menudo nos sentimos incómodos con los procesos de transformación. La respuesta típica de cualquier persona ante una variación es ignorarla. La gente, o bien no cree que le vaya a afectar, o bien se resigna a la idea de que no hay nada que hacer, por lo que es mejor ignorar la amenaza.
Defensa— Aquí es donde puede que se haga algo para intentar impedir que se produzca el cambio. Puede consistir sólo en una retirada del proceso o, en algunos casos extremos, hacer una ‘guerra de guerrillas’ premeditada o realizar algún tipo de acción para impedir que el cambio se produzca.
Descarte— La transformación es un giro en el esquema o percepción que tenemos del entorno. Para moverse hacia delante hay que descartar comportamientos pasados, sentimientos y consecuencias; para adoptar ‘la sabiduría por fuera de la convención’ y ser feliz con lo que llega.
Adaptación— En esta etapa, el pasado ya se ha dejado atrás así que es posible empezar a explorar nuevas formas de gestionar. Es un momento confuso ya que lo convencional y lo extraordinario están todavía enfrentados. No obstante, con la adecuada predisposición se puede pasar rápidamente al siguiente nivel de compromiso o adopción.
Normalización— Una vez que se ha aceptado el cambio, se puede adoptar como norma y normalizarse como el modo actual de operación. En este punto la energía se revitaliza, el proceso se asume y el deseo del individuo, por lo general, intenta convencer a los demás de sus beneficios.
Estos estados se pueden encontrar en todas las situaciones en las que reta el entendimiento convencional. Aunque cada situación es diferente todos los involucrados siguen la conducta señalada en el susodicho proceso de transformación.
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