Déjelo si ya lo soltó

La literatura se mide en “likes”, fue el titulo que Yolanda Reyes le dio a su columna en El Tiempo; percibo yo, por rehusarse a soltar la relevancia contemporánea entre “literatura juvenil y escritura de jóvenes”, plasmando así en su escrito, todo un memorial satírico a favor de las más frescas luminarias de la presente edición de Filbo: Juan Pablo Jaramillo y Dani Cubides. El primero, un YouTuber que confesó ser gay vía dicha plataforma y la segunda, la autora de Mi hermanastro. “Déjelo si ya lo soltó”, Yolanda. La noción aún reverbera en mi mente de cuando la leí por primer vez en el libro The Tao of Power (Lao TZu’s Classic guide to Leadership, Influence, and Excellence) y la cual en esencia, resume la forma en que usted puede asumir la cotidianidad tanto profesional como personal.

Cuando suelte lo que soy, me convierto en lo que puedo ser. Cuando suelte lo que tengo, recibo lo que necesito. —La Tzu

En ese orden de ideas, la norma dorada de la cotidianidad es aprender todo cuanto pueda y así mismo sumergirse en el proceso. Es un proceso, Yolanda, en el que las pesadillas —de la “literatura juvenil o la escritura de jóvenes” (el asunto es realmente irrelevante por estos días), así como las brechas de shock cultural, generacional, de identidad, de inseguridad, como de sabiduría—, se transforman en robustas determinaciones tal cual en sólidos fundamentos de experiencia.

“¿Qué quiere usted lograr? ¿Dónde cree usted estar? ¿Cuál es la brecha que le restringe a usted?”

Con frecuencia, me sorprende cómo las susodichas consideraciones de la jerga del agente de marketing, fluyen con tanta naturalidad en el discurso cotidiano de la gente, independiente del entorno en el que los emplee. Lo cual me lleva a suponer que, la mentalidad con la que el agente de marketing percibe el entendimiento, siempre ha estado fija en la mente de los paisanos ajenos a la profesión, independiente de su ubicación geográfica o marco generacional.

Es mi sentir que, no existe tal confusión entre “literatura juvenil y escritura de jóvenes” como así lo plantea Yolanda en su escrito y sí más bien, una persistente sucesión de “déjelo así”, como de oportunidades para adoptar tal cual prepararse para asumir las oportunidades imprevistas de la cotidianidad.

O como quien dice, Yolanda, “déjelo si ya lo soltó”.