Es una lástima que nociones tan fundamentales como ‘la duración de las cosas; el ánimo, el vigor, el brío, y el valor’ se pasen por la faja deliberadamente y con tanta impaciencia en esta, nuestra cultura de la inmediatez.
El cuento del éxito en ‘un abrir y cerrar de ojos’ no es más que un mito, así como amerita un llamado de atención urgente nuestra idea actual de ‘éxito’.
Ningún deportista va de amateur a profesional en un santiamén y, sin embargo, como cultura, nos interesa poco el tedio que implica el proceso de formación. No obstante, ahí es donde se gesta y desarrolla la verdadera magia que es, la producción de nuestro propio carácter y destino.
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