Por supuesto que sí se puede

Con esfuerzo, disciplina, y resiliencia puede asumir cualquier propósito u objetivo que usted establezca para su trayectoria profesional. Igual, es importante entender que, para alcanzar el éxito en determinadas circunstancias se requiere del aporte de los demás, diga usted, por ejemplo; directores técnicos, compañeros de equipo, directivos, jefes, colegas, socios, o hasta los amigos. Así es, algunas finalidades de nuestro quehacer profesional dependen del apoyo de un mentor. No obstante, la determinación es una alternativa y, no una manifestación de éxito como muchos equivocadamente creen.

Cuando Emma Raducanu, la tenista inglesa de 18 años que recién ganó el U.S. Open, su primer torneo Grand Slam; lo hizo sin perder un solo set de los diez partidos que jugó para coronarse campeona. Eso es determinación, aquí, allá y en Cafarnaún. Y por lo demás, su satisfacción por el deber cumplido, también incluyó su reconocimiento por el merito en la gesta para su entrenador, su preparador físico, su psicólogo, su nutricionista y, en general, para todos aquellos mentores en su equipo que se hicieron participes con sus aportes.

Cuando se está ‘enchufado’, la determinación realmente es muy sencilla. Los movimientos finos en la cancha fluyen en coordinación con la precisión milimétrica de un reloj suizo.

Así mismo, por doquier y para cualquier actividad profesional, incluidos aquellos cierres de venta que se cumplen por encima del presupuesto mes a mes. Sin embargo, la determinación manifiesta que se desarrolla por los logros alcanzados no es difícil particularmente, ni útil necesariamente.

De hecho, la determinación proviene de sí mismo y en contraposición de lo que establece la sabiduría convencional, ‘no es una consecuencia de eventos patentes’. Un vendedor determinado, así como la tenista Emma Raducanu, tiene mayor probabilidad de cerrar muchas más ventas que uno que no está decidido de poder realizarlo. A un artista al que le fluye la determinación se le nota en los trazos. Un futbolista determinado a llegar al profesionalismo se sobrepone a la discriminación y sesgos de su entrenador; con integridad y determinación recobra aquello que le pertenece a pesar de la mediocridad de su entorno de dirección técnica y directiva. Así mismo, un líder cuya determinación es evidente, señala el lugar dónde se quiere y debe ubicar en el continuo de su trayectoria profesional.

Así entonces, téngalo por seguro que usted triunfará porque eligió ser determinado y no porque primero tenga que alcanzar el éxito para luego encauzar su determinación. No señor. Determinación, es determinación, aquí, allá y en Cafarnaún. Y, ‘hágale pues Kaliman, que no viene carro’.

Deja un comentario