Podrá ser el sentido equivocado del consabido “para atrás ni para coger impulso”, pero por estos días de tribulación de marca, sí que ha cobrado vigencia el susodicho sin sentido.
Y es que permutar sus estándares, a cambio de un incremento en la atención o las utilidades de corto plazo no es tan sencillo como parece, tal cual tampoco han llegado por equivocación hasta donde están en la actualidad, «transando en empanadas como en el rápido accionar de un “clic” consumista», las marcas que alguna fueron grandes en los medios tradicionales. Pues, todas aquellas reputadas marcas que se dieron a la tarea de suministrar precios bajos a toda costa, debieron en su momento haber sabido cuáles esquinas doblar y por lo demás, engañándose al pensar que podrían salirse con la suya para siempre.
Ahora, sucede, pasa y acontece que en la medida que aumenta la congestión en el fondo, se hace cada vez más difícil ser más miope que los demás. Por consiguiente y si ha de invertir tanto esfuerzo en tan corta visión, igual podría usted a cambio tomar la dirección opuesta y esforzarse por retomar su posición en la cima del segmento.
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