No es de extrañar que ciertas empresas o negocios consideran la marca como una identidad de elementos solo para los sentidos. No obstante, algún día entenderán que, una marca realmente es más que meras propiedades organolépticas. Naturalmente, las propiedades organolépticas son todas consideraciones relevantes, aunque existe mucho más en una marca cuando de centrarse en el consumidor se trata, y que es el entorno donde sobresale una buena estrategia de marca.
Una estrategia de marca es interdepartamental y se enfoca en crear un plan específico para alcanzar las metas y los objetivos comerciales. Cuando se desarrolla como corresponde, no solo mejora el rendimiento financiero, sino que también mejora la experiencia que consiguen los consumidores en su interactuar que, por lo demás, concede una ventaja competitiva.
Para el efecto, existen cuatro aspectos fundamentales que una estrategia de marca debe incluir. A saber:
- Misión, visión, valores y propósito de la empresa o negocio, basados en estudios de investigación de mercados, para determinar cómo segmento y grupo objetivo definirán la cultura y la operación corporativa.
- Directrices documentadas para todos los hallazgos y conclusiones (expectativas), incluidos el tono de voz, las normativas gráficas y demás propiedades organolépticas.
- Procesos específicos para cada departamento (no solo marketing y ventas) para garantizar la coherencia de marca.
- Métodos de evaluación, para permitir que se lleven a cabo revisiones periódicas (control y retroalimentación).
Aportar valor a través de la gestión de marketing de una marca, implica mucho más que solo proveer un producto o servicio. Al respecto, es imperativo ofrecer también formación y beneficios en diferentes puntos a lo largo del embudo de ventas.
Las estrategias de marketing fundamentadas en la información del consumidor, generalmente, involucran mensajes y tipos de contenido particulares que les permite a las marcas permanecer alineadas y desarrollar una relación digital sostenible con los consumidores actuales y los potenciales. En ese sentido, y para alcanzar el propósito de centrado en el consumidor, las tácticas de la estrategia de marketing tradicional deben actualizarse al entorno digital; puesto que el consumidor contemporáneo espera de las marcas mucho más que un mensaje comercial.
Así mismo, e igual de importante, es reflexionar y considerar el hecho de que los consumidores están cada vez más interesados en aquello que define a las empresas en términos de objetivos de responsabilidad social empresarial (no vaya a ser que, a su empresa, así como a Tecnoquímicas, también le toque cambiar de nombre). El marketing, también es una forma poderosa de demostrar los valores, la cultura y los esfuerzos de responsabilidad social empresarial de una empresa, y contar con una estrategia informada por todo aquello que usted ha aprendido del consumidor, garantizará una gestión impecable.
Aléjese de la jerigonza y asuma las medidas de marketing pertinentes. Cada aspecto de su negocio debe alinearse con la creación de la mejor experiencia posible para su cliente o consumidor. Desde producción, finanzas y contabilidad, hasta marketing, ventas y servicio al cliente; cada uno de los departamentos de la empresa debe hacer del consumidor el propósito fundamental del negocio.
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