Como líder experimentado, probablemente, no sea una novedad para usted que su personalidad influya en su forma de liderar. Sin embargo, es sencillo perder de vista cómo nuestros defectos (por supuesto, todos los tenemos) pueden estar influyendo directamente la capacidad de su equipo para tomar decisiones estratégicas: dónde concentrarse, cómo competir y qué perseguir o descartar. Al respecto, es relevante entender dichos defectos y tomar las medidas pertinentes para mitigarlos. He aquí cuatro rasgos comunes que pueden interferir y qué hacer para remediarlo. A saber: 1) Si es usted de los que peca por los lados del exceso de confianza y la certeza crónica. Lo más probable es que caiga en el engaño de exigir estrategias poco realistas y prometer más de la cuenta de lo que el equipo realmente puede gestionar. Rodéese de gente que tenga puntos de vista discrepantes (acepte los puntos de vista opuesto y reconózcalos como rasgo de honestidad intelectual) y que no tengan temor a desafiarle (que no significa irrespeto). 2) Si tiende a ser impulsivo. Pueda ser que, es usted de aquellos que le cuesta resistir la tentación por cualquier ideal novedoso o tendencia de última moda. Para el efecto, procure apoyarse en información externa adicional y como para así garantizar que sus impulsos se fundamentan en datos reales; por lo demás, asignando la responsabilidad de la estrategia a alguien que pueda ayudarlo a mantenerse enfocado en la ejecución. 3) Si es usted un controlador excesivo y tiende por compulsión a reprimir las ideas creativas de sus subalternos. Dicho estilo de micro gestión puede corroer la confianza y el espíritu del equipo. Oblíguese a asumir riesgos calculados y permita que los empleados de confianza evidencien y prueben nuevas ideas. 4) Si le preocupa lo que piensen los demás de usted. Una crisis de identidad y confianza puede resultar en el embotamiento de su gestión, interponiéndose como consecuencia en los avances prioritarios del equipo. Registre activamente los mejores y peores escenarios cada vez que perciba que la duda lo asalta y concéntrese en sus éxitos pasados para aumentar su autoestima y convicción.
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