A la imagen y semejanza del consumidor

Contrario a los juguetes de Mattel cuyos accesorios se venden por separado, las marcas son una estructura interdependiente. Es decir que, su significado esta implícito a la imagen y semejanza del consumidor. Como quien dice que la gente no viene por separado, que los seres humanos nos delimitamos entre sí o que somos anverso y reverso unos de otros. O que para trazar el sentido de una marca en particular, debe usted primero delimitar su comportamiento o lo que ésta hace por el consumidor. Y para poder reseñar lo que ésta hace, es imprescindible explicar primero el contexto de su audiencia tal cual el de su conducta. Una marca no sabrá lo que es, hasta saber quienes son los que la consumen. De hecho en términos de marcas, es evidente que las organizaciones están constituidas a la imagen y semejanza de sus clientes. Que es la razón primordial por la cual los más avezados se concentran en fortalecer su vínculo con el consumidor actual, y en vez de andar por ahí generando contenido aislado en pos de atención (entiéndase marketing de contenidos). Para la muestra, la damisela y la primera dama que se apoyan entre sí por la tensión ejercida sobre la cuerda pero, si excluimos del panorama a la primera dama, el presidente no nos perdonaría el porrazo de la damisela. Bueno, entonces pregúntese si las actividades cotidianas, tiempo, dinero y esfuerzo de su empresa, están encaminadas a apoyar como a conservar los verdaderos clientes potenciales o si por el contrario, está usted aportando al ruidoso bullarengue social, colaborando con la creciente confusión de su frenética cotidianidad.