Recuerdos del jefe

Es bastante probable que Usted también se haya topado al menos alguna vez en su trayectoria profesional, con uno de aquellos jefecillos para olvidar. De esos que acostumbran llevarse el crédito por las ideas de los demás, de los que utilizan su posición para impulsar sus intereses particulares, aquel memorable guache que sencillamente ignora sus responsabilidades para concentrarse en ascender. Sí, ese (…) responsable de aquellas intolerables situaciones laborales que a duras penas logró sobrellevar.

¿En fin qué le vamos a hacer? Ningún jefe es perfecto. Sin embargo, es factible sacar provecho de este tipo de jerarcas fastidiosos, previendo claro está, que Usted encuentre la sensatez para dejar de lloriquear e identifique las oportunidades inherentes a los atributos y comportamientos de éstos singulares personajes. Para el efecto y como  para que recorten distancias, les comparto algunas lecciones aprendidas:

Su jefe se aprovecha de sus ideas— Hasta cierto punto, todos los jefes se llevan el crédito. Formar las habilidades y talentos de su equipo de trabajo es una de las funciones del líder, como lo es en ocasiones, servir de eje central para compartir dichas ideas. Pierda cuidado. Cuando esto suceda, se hará evidente para los demás que al jefe le gusta el reconocimiento por sus contribuciones. De alguna extraña manera, esta actitud del jefe le servirá para destacar ante sus colegas que tan importantes son sus planteamientos. Sutilmente transmita su posición al responder las peguntas, suministre información y lidere la implementación, que con certeza, sus aportes serán percibidos. Desde otra óptica, considere que es consecuencia de la ausencia de ideas propias, por la que algunos jefes recurrentemente aprovechan y capitalizan sobre sus ideas.

Su jefe es un resentido— Es una verdadera pesadilla trabajar para un jefe rencoroso, mas aún en ésta indeseable situación, siempre habrá algo que pueda capitalizarse: Al comparársele con él, Usted será percibido como un verdadero héroe. No se le medirá con el mismo rasero y por el contrario, será elogiado por sus habilidades interpersonales, que bajo cualquier otra circunstancia, tan sólo cumplirían con las mínimas expectativas. Considere que, cuando se trabaja para un jefe con impecables habilidades interpersonales, los demás considerarán su comportamiento resultado directo del sobresaliente liderazgo; por el contrario, si se trabaja para un jefe vengativo, su profesionalismo inmediatamente saldrá a relucir.

Su jefe se concentra tan sólo en su propia trayectoria profesional— Todos los jefes, o al menos la gran mayoría, están orientados en cierta medida por la trayectoria profesional (como debe ser) y por lo que en efecto, es su responsabilidad hacer quedar bien al jefe. Es así como en vez de seguir mortificándose por el hecho de que a su jefe sólo le importa su propio ascenso, debería asumir otra perspectiva, teniendo en cuenta que generalmente los ascensos se fundamentan en logros. Y al generar ideas, impulsar iniciativas, liderar proyectos, e interactuar con los demás, Usted y su equipo estarán logrando mucho más que su jefe; éste apreciará el espaldarazo y Usted se beneficiará con la oportunidad de ampliar su panorama profesional.

Su jefe cree estar más allá del bien y del mal— Por el contrario, siempre actúe bajo la premisa de que las reglas sí le aplican a Usted. No se aproveche aun cuando su jefe le sugiera que está bien quebrantar la norma. Sonría y huya tan rápido como pueda, se sentirá incómodo con el jefe, pero igual no importará. Es imprescindible un comportamiento ético y profesional, especialmente cuando su jefe no lo considera como tal. Pueden apostar que sus colegas sí lo notarán.

El asunto, inevitablemente, es que tarde que temprano le tocará trabajar para algún tirano. Tiene Usted un par de alternativas: Lamentar y quejarse, permitiendo que su desempeño sufra, o aceptar la situación y tomar ventaja de la oportunidad. El comportamiento de cuanto funesto jefe, independiente de que tan terrible o mamón sea, genera ocasiones para extender su participación, ser más creativo, y brillar con luz propia.

No siempre podrá elegir para quién trabajar, pero siempre podrá Usted escoger cómo asumir el reto.