Y luego ocúpese de la percepción de marca que, de hecho, no es el principal problema dicho sea de paso. Si su negocio adolece por falta de interés del consumidor, la solución no la encontrará al pretender mayor bullicio publicitario, reconocimiento viral o “pico y placa” para su tráfico en línea. Es más, todas estas son soluciones de embudo destinadas a solucionar un desgastado proceso, prestando equívocamente mayor atención a la boca del mismo y esperando como resultado una mayor tasa de conversión en la base.
Ojalá usted no haya perdido el tiempo ni el dinero, ocupándose de solucionar el problema equivocado.
El quid es que esta aproximación nunca llega a feliz término. Muy pronto se dará usted cuenta, que no está cautivando tal cual como lo esperaba y aunque incremente su labor de difusión como sus recursos.
La solución en cambio está en reorganizar sus sistemas, recreando su producto o servicio como para convertirlo en algo que verdaderamente valga la pena mencionar. Si llega usted a lograrlo, han de ser sus clientes los encargados de difundir las buenas nuevas, haciéndole mucho más popular entre su audiencia.
O como quien dice, es esencial concebir algo realmente sorprendente como para que el consumidor se interese en incrementar su utilización que, a su vez implicará mayor conversación y a la postre, mayor consumo.
Sí es cierto, puede que dicho abordaje no sea infalible en cuanto a que unos pocos puedan contagiar al resto del mundo, pero de seguro, generará usted el suficiente interés como para lograr impactar efectivamente la percepción de marca, invirtiendo en un embudo sin filtraciones tal cual en una historia que valga la pena contar.