Icono del sitio consumosentido.co

Cómo cautivar a las perras en la era digital

Anuncios

Paris Hilton y Kim Kardashian, son su máxima expresión. La una, heredera a un imperio hotelero, la otra, sin oficio conocido, distinto al de perra o betch (del slang en inglés, y porque suena mejor que bitch, vocablo que me abstengo de traducir para que los mojigatos no se vayan a ofender). Sí, así es, las betches son la “tribu urbana” que por estos días causan sensación o estragos, digo yo, para aquellos que se ganan la vida haciendo marketing.

Como para que se familiaricen con ellas, aquellos que no lo están, las susodichas damiselas, tienen entre 18 y 24 años, son de nivel socio económico “muy alto”, disponen de afinidad por el lenguaje soez, el vodka (porque tiene menos calorías), las drogas químicas como el MDMA (y aquí, si ya no registra el porqué de la preferencia), tal cual se jactan de no saber mayor cosa, entre otros aljofares.

O mejor dicho, la “guaca” de entre los grupos objetivos o “tribus urbanas”, según algunos.

¿Imaginan los ajustes que tendrán que hacerle a Dove los mercadólogos en Unilever para cautivar a las “perras” como a los hombres en la era digital? ¡Tampoco yo!

Y es por eso que, como para aportar mi granito de arena al diagnóstico, tal cual a la concepción estratégica de Dove, se me ocurrió articular el siguiente alternador de vocablos:

 

A

B

C

1

contingencia

coyuntural

compatible

2

estructura

digital

conductual

3

evaluación

dinámica

coordinada

4

flexibilidad

empresarial

equilibrada

5

función

generacional

funcional

6

idoneidad

innovadora

geográfica

7

marca

lógica

integrada

8

opción

promocional

óptima

9

programación

recíproca

posicionada

10

proyección

servicial

psicográfica

11

tendencia

temporal

segmentada

De hecho, el alternador de vocablos es muy sencillo de utilizar. Basta con elegir un término de la columna A, otro de la B y otro de la C, y combinarlos en cualquier orden. Supongamos por ejemplo, que el “chief marketing officer” de Unilever, elige los numerales 7, 6 y 5. La expresión derivada sería: “marca, innovadora, funcional”. O, si elige 2, 5 y 11, obtendrá: “estructura, generacional, segmentada”. Así de sencillo, y por el estilo.

Y como la cantidad de combinaciones es cuasi ilimitada, el alternador de vocablos le servirá año tras año, y para varios planes de acción. Es muy factible, claro está, que la fuerza de ventas de Unilever no llegue a entender absolutamente nada, pero igual no importa, porque de todas maneras, el “chief marketing officer”, dejará la sensación de ser un líder completísimo y erudito, o como quien dice, todo “un estratega superior al medio”.

Los resultados serán caudalosos y ningún vendedor podrá llamarse a engaño, porque ninguna de las expresiones tiene sentido. Ciclo de ventas tras ciclo de ventas, el susodicho “chief marketing officer”, derrotará a sus detractores en juntas directivas, comités de marketing, y convenciones de venta.

Dejo ahí pues, la noción para que Unilever siga conservando intacta la imagen de su avanzada cultura corporativa, como la de su tradicional elocuencia de marketing.

Salir de la versión móvil