En freelance, como agente autónomo o independiente o por cuenta propia, o llámele como le llame, he aquí un par de sugerencias para aquellos rebeldes con causa y autosuficientes por elección. A saber: 1) Los profesionales autónomos siempre dejan por escrito los términos del acuerdo comercial o de servicio. Para aquellos que desempeñamos nuestra laboral profesional en freelance o por cuenta propia, gestionar el flujo de caja del negocio es uno de los aspectos más estresantes de ser independiente.
Lo es, particularmente, cuando nos toca uno de aquellos clientes que se toma más tiempo de lo pactado en el acuerdo para cancelar los servicios que uno le suministró. Sin embargo, usted, puede evitar dicha zozobra, si, establece y firma un contrato o acuerdo por prestación de servicios, previa iniciación se su próximo proyecto con él. Al respecto, ha se saber usted que, un simple apretón de manos, sencillamente, no es suficiente, particularmente, si el cliente es un familiar o amigo.
De los acuerdos informales, surgen la mayoría de los inconvenientes de pago y, razón por la que es oportuno garantizar para ambas partes y debidamente descritos, los términos de pago y las expectativas del proyecto. Para proyectos pequeños, una serie de correos electrónicos, por lo general, son suficiente evidencia de compromiso. No obstante, para proyectos de mayor alcance, debe usted procurar un contrato o acuerdo por prestación de servicios debidamente firmado por el cliente. Para el efecto, un formato de contrato tipo que, pueda usted ajustar según los requerimientos del proyecto, le facilitará, agilizará y le ahorrará tanto, tiempo como esfuerzo y jaquecas durante el proceso de contratación.
2) Aprenda de los contratiempos para recuperarse. Cuando perciba que su equivocación echó a perder su gestión, evite la autoflagelación, y preferible, reflexione y aprenda todo cuanto pueda de la experiencia. Evite interpretar y asumir el contratiempo, como si no ‘estuviera usted preparado para asumir el desafío’ y, mejor, adopte usted una actitud en línea con, ‘todavía no termino de desarrollar las habilidades necesarias para asumir el desafío’.
Contextualizar así la adversidad o las equivocaciones es más amable y le aporta a la autoestima, permitiéndole, entre otros, un espacio para reflexionar sobre aquello que no salió como usted esperaba. Las nociones que surjan de dicha reflexión, le permitirán establecer metas y objetivos de aprendizaje más exigentes, así como experimentar con estrategias alternas.
Permanecer en ‘modo aprendizaje’, le ayudará a dejar de preocuparse tanto por demostrar su capacidad y habilidades profesionales, para en vez, centrarse en su desarrollo profesional. Cada vez que usted enfrente un nuevo reto, pregúntese si, está usted en ‘modo aprendizaje’, y como para así asumir el preciado momento. La incertidumbre lo obligará a permanecer receptivo a todo cuanto pueda usted descubrir, y en lugar de andar por ahí como de costumbre diagnosticando sus debilidades e incompetencia.