Digo que la mayoría prefiere a la Toti Vergara, mas no han de faltar aquellos que prefieran al ex ministro Arias, so pretexto de transmitirle un falso sentido de seguridad como para incitarle sus aspiraciones públicas. ¡Con asesores así, la oposición sobra!
Igual, e independiente de la realidad que perciban de si mismos tanto Arias como Sofía, es evidente que ambos deben ajustar varios de los pilares de su patrimonio de marca; les sugiero como mínimo, transformaciones radicales en diferenciación, relevancia y calidad, aún cuando no está por demás revisar los aspectos sobre el cual han fundamentado su popularidad y familiaridad —particularmente si reclaman credibilidad entre su audiencia—.
Ambos deben perseguir diálogos inteligentes, más allá del anhelo de Andrés Felipe por ser elegido en un cargo público en particular o de la ambición de Sofía por un Premio de la Academia o tan siquiera de un “Golden Globe” —aún cuando siendo justos con la actriz, sus parlamentos están ceñidos a los caprichos de los libretistas—, los de Arias no y ni deberían estarlo, por lo que es inaudito tanta insensatez del ex ministro, como inaceptable sus desmanes contra el Presidente Chávez y la política del Presidente Santos.
La población aspira por liderazgo y consecuencia con la realidad nacional.