Toca pulir las habilidades de escucha

Dicen por ahí las malas lenguas que, ‘escucha más una lápida de cementerio’ que el recién electo presidente de los colombianos; gesto por el cual estaremos sus contradictores agradecidos eternamente con lo más granado y aventajado de la residencia bogotana. Convertirse en un mejor oyente requiere tiempo y práctica. De la experiencia y trayectoria profesión de este ‘alguien’, he aquí unas cuantas sugerencias para mejorar y dominar la habilidad de escucha, tan fundamental para el ejercicio de la comunicación. A saber: 1) Determine la razón por la cual está escuchando. Al iniciar una conversación, reflexione brevemente sobre los objetivos de la conversación y cómo puede escuchar mejor en ese instante, diga usted, por ejemplo; ¿su interlocutor busca algo de retroalimentación sincera o una reflexión analítica o una conexión emocional? Una vez lo tenga claro, manténgase enfocado en dicho objetivo. 2) No permita que la conversación gire en torno a usted. Si bien intercalar su propia narrativa personal puede ser un acto de empatía y desarrollo de relaciones (profesional o personal), también puede alterar el enfoque de la conversación. Es oportuno aportar uno que otro comentario personal siempre que logre usted redirigir la conversación hacia su interlocutor. 3) Si así lo requiere, pida siempre información adicional para complementar el contexto. En ocasiones, basta con hacer una pausa y plantear un interrogante de sondeo como seguimiento, puesto que; es una forma poderosa de obtener información adicional y demostrarle así a su interlocutor que realmente está interesado y atento en su comunicación.