Estoy muy a favor de la creatividad, se lo puedo garantizar pero, la creatividad requiere de una definición. Un buen Creativo debe tener la capacidad para crear un plan que supla cuatro propósitos muy diferentes:

Primero— debe ser capaz de crear proyectos que se ajusten a la idiosincrasia del consumidor.

Segundo— un buen creativo debe ser capaz de generar proyectos que le merezcan el reconocimiento de su entorno aun cuando, la línea entre la creatividad y la insensatez es sumamente delgada. Si procura usted por ejemplo, ser original por el mero gusto de ser original, es muy probable que termine usted como un tonto, afectando así los intereses de su cliente como los de su negocio.

Las personas de mentalidad original, generan proyectos originales prácticamente sin proponérselo: cuenta la historia que Mozart una vez escribió a un amigo, “nunca he procurado componer algo original en mi vida”.

Tercero— usted debe ser capaz de generar proyectos que produzcan resultados inmediatos, proyectos que generen ventas de inmediato.

Cuarto— y probablemente lo más relevante de todo, es que debe usted estar en capacidad de generar proyectos que perduren en el tiempo como que le ayuden a construir y desarrollar la imagen de su producto.

Un buen agente de marketing debe estar en capacidad de crear todo tipo de proyectos, evitando especializarse en alguno en particular. Tal cual si fuera buena orquesta, usted debe estar calificado para interpretar con igual virtud, tanto música clásica como jazz.

Pero y a todas estas, ¿qué es realmente lo que se requiere para concebir una gran idea?

En este simpático de vídeo, el galardonado matemático Cédric Villani, describe siete ingredientes fundamentales que se conjugan para instaurar avances memorables en el conocimiento y la innovación humana. A saber:

1. Documentación.
2. Motivación.
3. Entorno.
4. Comunicación.
5. Restricciones.
6. Mezcla de inspiración + trabajo meticuloso.
7. Mezcla de suerte + tenacidad.

Y como para apoyar a sus coequiperos en el proceso creativo, se me ocurre, puede usted ayudarles:

Motivándoles a ser más ambiciosos— motívelos para que generen proyectos que queden registrados en los anales del marketing.

Cuénteles que un buen proyecto— vende 19 veces más que uno mediocre.

Oblíguelos a cumplir con sus deberes— que estudien a fondo el producto y su segmento (la investigación de mercado es una buena opción). Presionarlos para que se ciñan a la estrategia.

Úrjales para que acepten la investigación de mercado— o como quien dice, que la empleen en su cotidianidad como agentes de marketing.

Recuérdeles constantemente— que “sino vende, no es creativo”.

Y para el cierre, una par de perlas: 1) en los comités de marketing se puede criticar pero allí nada creativo se concibe (Bomberos, pandebono y reuniones); 2) Recorra todos los parques de su ciudad, en ellos no encontrará ni una sola estatua erguida a favor de algún asistente al último comité de marketing.