Por fuera del recuadro

Ningún campo ofrece oportunidades más ricas para la innovación exitosa, que el éxito alcanzado por haberse atrevido a pensar y actuar por fuera del recuadro. En ningún otro campo, son menos arriesgadas y menos arduas las oportunidades de innovar. Sin embargo, el éxito por atreverse a pensar por fuera del recuadro no se analiza. De hecho, la alta gerencia tiende a rechazarlo. Uno de los motivos por los que resulta difícil para la gerencia aceptar el éxito, por haberse atrevido a pensar por fuera del recuadro, es que todos tendemos a pensar que cualquier modalidad que haya perdurado en el tiempo es “normal” y “para siempre” (la sabiduría convencional dicta que, “mejor malo conocido, que bueno por conocer”). En ese orden de ideas, cualquier cosa que contradiga lo que hemos llegado a tomar como una ley natural, es rechazada de tajo por falta de sensatez, por perjudicial y por ser una evidente irregularidad. Que por supuesto, no es el caso de Jeff Bezos, un tipo ya enseñado a pensar por fuera del recuadro, bien, pero bien afuera del tinglado. Tildado de genio y loco por igual, así como por otros tantos adjetivos, el fundador y director ejecutivo de Amazon, soltó la noche del domingo pasado en 60 Minutes, la noción de utilizar “drones” para distribuir paquetes puerta a puerta. Aunque, todavía le queda camino por recorrer entre detractores y la F.A.A. (Federal Aviation Administration), Jeff Bezos considera que Prime Air, el novedoso sistema de reparto como le han bautizado en Amazon, es a futuro un proyecto viable. De hecho, en la página de promoción del artilugio le consideran un convenio ya finiquitado. Habrá que esperar entonces, para advertir que dicen finalmente “aquellos de siempre”.

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