Todas en algún momento han considerado los ‘leggings’ deportivos como indumentaria para salir por ahí o los domingos a la ciclovía. La prenda las hace sentir ‘chévere’, únicas, rebeldes y hasta sensuales. Algunas, compran los ‘leggings’ deportivos, y hasta se los ponen para andar por la casa. Sin embargo (afortunadamente), pocas salen a la calle en sus ‘leggings’ deportivos, porque…

Aprietan (literalmente), y porque todos sabemos que los ‘leggings’ deportivos no son una prenda con la que todas puedan salirse con la suya, diga usted, por ejemplo, como sí lo hacen las atletas Georgia Ellenwood o Alicia Schmidt, o la esgrimista Rossella Fiamingo, o la mismísima María Sharapova, entre otras tantas.

Así mismo, muchas marcas pretenden ser percibidas como atletas rebeldes y sensuales que, es la razón por la cual anhelan la admiración, la idolatría y la iconicidad para su imagen y posicionamiento. Visualizan en sus ‘leggins’ deportivos a Nike, Adidas, Lenovo, Apple, Samsung, Netflix o HBO, por mencionar tan solo unas cuantas, y asumen que pueden presumir asimismo o de ‘tú a tú’ como quien dice.

La realidad del asunto es que no todas tienen personalidad como para ‘leggins’ deportivos, al igual que no todas las marcas tienen porqué ser marcas icónicas. Independientes, de si usa usted un par de ‘jeans’ con zapatos tenis, o un vestido con unas sandalias, cada persona, así como cada marca, tienen una indumentaria que les viene bien. Una ‘pinta’ que resalta su personalidad, su propósito e idiosincrasias.

La identidad de marca no es funcional. No es un ejercicio de replica en donde se seleccionan casillas como si fueran atributos de marca, o de diseño gráfico, o de estrategia con la que se acondiciona una marca para que luego ejerza como si estuviera en piloto automático, cautivando y enamorando a todo aquel que se cruce en su camino.

Por el contrario, la identidad de marca tiene todo que ver con la expresión, y requiere de inversión, ya que el quid del asunto radica en cautivar con ‘alma, vida y sobrero’ a través de sus puntos de vista y valores.

En ese orden de ideas, todo el barullo se resuelve al determinar y establecer el tipo de marca que se es, tal cual definir y disponer el tipo de indumentaria que más le conviene.

¿Cómo se descubre a sí misma una marca?

Existe por ahí un principio que dicta, ‘si uno no narra su propia historia, alguien más lo hará por usted’ que, igual aplica perfectamente a la identidad de marca. No existe en la actualidad, ni en el pasado, alguna marca sin ‘personalidad’ ni ‘propósito’ por expresar.

El ‘propósito’ es el punto de partida para que las marcas descubran su significado o para descubrirse a sí mismo como marca. Sin tanta parafernalia, pregúntese cuál es su propósito de negocio o como persona, y entienda bien qué significa su producto o servicio para el consumidor. Es como cuando va usted al sastre para que le tome sus medidas corporales, previo a que cruce usted el umbral de la expresión personal con cualquiera de las prendas que elija usted.

Cuando descubre usted el fundamento de su autenticidad y comprende aquello que a los demás le agrada de usted, puede así reconocer a su ‘tribu’ o, a todos aquellos que comparten sus mismos valores.

Muchas marcas pretenden ser todo para todos, y terminan siendo nada para nadie. Al segmentar su audiencia, podrá usted pertenecer a un determinado segmento con el cual podrá establecer una enriquecida como efectiva comunicación, lo que a la postre le significará un determinado ‘posicionamiento’, pensamiento autosuficiente, y la maniobrabilidad necesaria para transformarse.

Una vez identifique usted el significado de su marca, garantice que sea consistente. Así como los ‘leggins’ deportivos encajan a la perfección en los cuerpos esculturales, tal cual debe aparecer su marca ante el mundo.

Si, por el contrario, su marca no es consistente, generará usted confusión y caos, devaluará la confianza, ofrecerá experiencias de consumo inadecuadas, y su audiencia terminará abandonándolo.

En fin, no todas tienen la personalidad como para leggins deportivos, aunque, independiente de la identidad de su marca, tampoco todas podrán hacer lo mismo que usted, así que presuma con propiedad y aduéñese de su ‘tumbao’.