La subsiguiente extensión de marca de Sofía Vergara podría servir de adiestramiento para los de marketing

Famosa por ser famosa, la actriz y empresaria Sofía Vergara, preside el absorto interés de millones de admiradores alrededor del globo que fielmente sigue cada uno de sus notorios movimientos. A sus 42 años, la carismática barranquillera domina por tercer año consecutivo en lo más alto del curubo de actrices de televisión mejor pagas. Asimismo, ya logró ella extender su fama hacía una línea de ropa, bolsos y accesorios, bisutería y joyería fina, entre otros, en un contrato por 12 años con Kmart. Junto con otros tantos contratos ya endosados con Diet Pepsi, Cover Girl, Head & Shoulders y AT&T, por lo demás, y sin contar con la nada despreciable suma de 325 mil dólares que se embolsa, según dicen, por capitulo grabado de “Modern Family”, hacen de ella la chica de cartelera para enseñarle a los de marcas, un nuevo entendimiento sobre posicionamiento en la era de la omnipresente interacción social.

Aun cuando fuera de cámaras, la talentosa barranquillera ya es cofundadora de un negocio que administra talentos y marketing de entretenimiento que, actualmente pretende lanzar al mercado un sitio Web Tecnológico en español, se me ocurren otros tantos emprendimientos para sondear abastecido en la fama de la diva:

Emprender una aerolínea— como sabemos todos, Sofía pasa buena parte de su tiempo volando de una aparición pública a la otra, por lo que eso la hace una experta en aerolíneas. Es así entonces que ella podría velar por cada uno de los aspectos de la operación de la misma, desde el diseño de interiores de las aeronaves y los uniformes de los auxiliares de abordo, hasta las especificaciones técnicas de mantenimiento. Seguramente sus innumerables seguidores le seguirían abordo de sus aeronaves.

Comercializar “know–how” de diva— muchos, propios y extraños, consideran que la popularidad de Sofía Vergara, surge en buena medida de atributos psicológicos tales como el narcisismo y el materialismo que ésta comparte con sus admiradores. Si los susodichos están en lo cierto, ella estaría en una posición envidiable como para desarrollar una línea de productos de autoayuda que auspiciara dicha inclinación. ¿O acaso por qué solo seguir a una diva cuando se puede ser una?

Actuar en musicales— existe ya un precedente para esta extensión, de cuando Sofía interpretó Mama Morton en el musical “Chicago”, por allá en abril de 2009. Aun cuando su participación en la obra fue más consecuencia de una estrategia para impulsar la venta de tiquetes que por sus habilidades de actuación teatral y de cantante, en aquella ocasión, sí que comprobó la actriz que el asunto estaba bastante por encima de sus dotes de marca.

Y ahí está pues la refriega.

La propuesta de valor de Sofía Vergara se desempeña bien con productos que no requieren de ningún tipo de habilidad, que no cumplen con ninguna necesidad mensurable, y que no requieren de seguimiento o responsabilidad alguna. Su línea Kmart de ropa, bolsos y accesorios, bisutería y joyería fina, tal cual varias de sus presentaciones públicas, pueden ser catalogadas como “flojas” cuando en realidad no existe un estándar de “calidad”para dichos propósitos.

Pero la actuación teatral de Sofía Vergara en Broadway fue una extensión de más —puesto que no hay como negar la forma en que sonó y se vio— y de paso revelando que, independiente de cuan lucrativas financieramente puedan ser sus actuaciones, “admiradores” o “seguidores” no son lo mismo que “clientes” tal cual las “personalidades públicas” no son sinónimo de “negocio”. El éxito de Sofía Vergara es consecuencia de su celebridad, no de su marca.

Es por esto que nunca habrá aerolínea alguna de marca “Sofía Vergara” o por lo demás, cualquier otra extensión que desconcierte la sencilla interacción social en línea con la ardua labor que significa la interacción responsable. La Toti sabe, la mayoría de las veces, qué tan competente es su alcance y probablemente su consumo sentido le dicte ceñirse a proveer a su audiencia lo que estos esperan y valoran.

Y allí está pues, cortesía de Sofía Vergara, una importante y quizás la única noción de su parte para el adiestramiento de la gente de marketing.

Deja un comentario