Establezca metas realistas para cumplir con el cronograma

Reflexione sobre su último proyecto: ¿Subestimó cuánto tiempo le llevaría realizarlo? Al respecto, muchos de nosotros caemos en dicha trampa, como consecuencia de nuestro sesgo de percepción de tiempo disponible, habilidades profesionales o cualquier otro obstáculo que se nos pueda ocurrir. Este es un fenómeno al que los expertos llaman, falacia de planificación, y nos ocurre a todos en cualquier nivel y en todas las profesiones. Para contrarrestar su efecto y mostrar cómo establecer objetivos más realistas, aquí extraje unas cuantas sugerencias, de cuando me la pasaba entre Colombia, Venezuela y Ecuador como gerente producto regional senior en mis días de Pfizer, tratando de cumplir con el cronograma de marketing de Viagra. A saber: 1) Sea objetivo, no subjetivo. Pregúntese: ¿Cuánto tiempo y esfuerzo han requerido labores similares en el pasado? O pídale a algún colega que lo ayude con su estimación para así eliminar sus propios sesgos. 2) Comprometerse oportuna y públicamente. Menciónele a alguien cuándo y cuánto tiempo le llevará realizar la tarea. Dicha presión y compromiso externo evitará que posponga sus labores para última hora. 3) Programe tiempo de amortiguamiento (o de ‘colchón’, como se dice por ahí). Siempre habrá imprevistos que surjan de la nada y es posible que, sencillamente, requiera más tiempo para completar su labor. Para asegurar un plazo más realista, tome su estimación original y auméntele en un 25 por ciento. 4) Asuma el peor escenario posible. Imagine lo que pueda salir mal antes de que realmente ocurra. Identifique cualquier dificultad potencial (así parezca poco probable de acontecer), pues hacerlo, lo ayudará a idear un plan de respaldo apropiado.

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